Hacienda quita subsidio a gasolina verde
A partir del día 7 y hasta el 13 de septiembre, los compradores de gasolina Magna, Premium y Diésel deberán asumir el costo total del IEPS
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) decidió retirar el subsidio que otorgaba a través del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS). Este ajuste afecta a los automovilistas que, a partir de esta semana, deberán cubrir la totalidad del impuesto al comprar gasolina Magna. El anuncio supone un golpe para quienes dependen de este combustible, justo en el inicio de las celebraciones patrias.
Hasta ahora, la gasolina Magna contaba con un pequeño estímulo fiscal que aliviaba una parte del gravamen, permitiendo que los consumidores pagaran una cuota ligeramente reducida. Sin embargo, Hacienda ha decidido eliminar por completo este apoyo, por lo que desde el 7 hasta el 13 de septiembre, los compradores de gasolina Magna, Premium y diésel deberán asumir el costo total del IEPS. Esta decisión significa que los consumidores tendrán que pagar el total del impuesto, lo que habitualmente encarece los precios de los combustibles.
En semanas anteriores, la SHCP había mantenido el estímulo fiscal para la gasolina Magna, pero tanto la Premium como el diésel ya no contaban con ningún subsidio. Este tipo de apoyos ha sido una herramienta utilizada por el Gobierno para amortiguar el impacto del alza en los precios internacionales del petróleo. Con este retiro, se marca un cambio en la estrategia que, durante gran parte del año, había buscado contener el llamado “gasolinazo” mediante descuentos en el IEPS.
El IEPS es un impuesto indirecto aplicado a productos como las gasolinas, diésel, bebidas alcohólicas y tabacos. Su objetivo es generar ingresos adicionales para el Gobierno, además de desincentivar el consumo de ciertos bienes que pueden ser perjudiciales para la salud o el medio ambiente. En el caso de los combustibles, los estímulos fiscales han servido para evitar incrementos bruscos en los precios cuando los mercados internacionales experimentan alzas significativas.
La retirada de estos subsidios no solo afectará a los automovilistas, sino también a sectores económicos que dependen del transporte y la movilidad, lo que podría repercutir en otros productos y servicios. La estabilidad en los precios de los combustibles es crucial para mantener el equilibrio económico, especialmente en un contexto de alta inflación. El retiro del estímulo coincide con un momento en que Hacienda ha decidido no absorber ninguna parte del IEPS, dejando a los consumidores con el precio total del impuesto.
Aunque el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha enfatizado en mantener los precios de los combustibles accesibles, impidiendo que suban más allá de la inflación, esta decisión representa un cambio de rumbo. A lo largo de su administración, la gasolina ha mostrado una ligera reducción en términos reales, tomando en cuenta la inflación. Sin embargo, con el fin de los estímulos, los consumidores sentirán un aumento directo en sus bolsillos.
Este cambio en la política fiscal de los combustibles también llega en un momento de transición gubernamental, con la presidenta electa Claudia Sheinbaum a punto de asumir el cargo. La nueva administración enfrentará el reto de gestionar los precios de los energéticos en un contexto económico que exige equilibrio entre la recaudación de ingresos y el beneficio a la población.
El impacto de esta decisión no sólo se limita al corto plazo, sino que abre el debate sobre las estrategias que la próxima administración adoptará para mantener controlados los precios de los combustibles sin depender de subsidios fiscales. La relación entre los precios internacionales del petróleo, el tipo de cambio y la carga fiscal será determinante en los próximos meses para definir el rumbo de los precios del combustible en México.
Con esta medida, Hacienda busca mantener sus ingresos fiscales a través del IEPS, pero a costa de trasladar el costo total al consumidor final.
CT