Decreto de Estímulos Fiscales para la Región Fronteriza Norte
Expertos de Deloitte analizan las incógnitas que ha generado la publicación del Decreto de Estímulos Fiscales para la Región Fronteriza Norte
Estamos como estamos porque somos como somos, así dice un buen amigo cada que advierte una situación en la que no se puede avanzar y los temas culturales son la razón de ello. La mayoría de las veces tiene razón o por lo menos invita a la reflexión.
En el caso del Decreto de beneficios fiscales para la Frontera Norte, no ha sido la excepción. Después de que se anunció en diversos medios que esta promesa de campaña iba a ser una realidad, las expectativas fueron grandes entre los empresarios y la mayoría de los contribuyentes. Se llevaron a cabo múltiples foros empresariales buscando dar la bienvenida al Decreto, así como a los beneficios que buscan se traduzcan en un crecimiento económico para los empresarios y a los beneficios directos para los consumidores.
El decreto consiste en aplicar en la Región Fronteriza del Norte dos créditos fiscales, uno en el ISR equivalente a la tercera parte del ISR causado en el ejercicio, en la proporción que los ingresos totales obtenidos en dicha región representen del total de ingresos obtenidos en el mismo ejercicio; y el otro en un 50% de la tasa general del IVA (8%); cumpliendo ciertos requisitos establecidos en el Decreto para ambos estímulos.
Respecto al tema del IVA se esperaba fuera algo muy similar a lo que ha sido en años anteriores, siendo que la tasa fue diferenciada en la zona fronteriza. Ya existieron tasas del 3, 6, 10 y 11% cuando en el resto del país la tasa era mayor, se esperaba que el ISR bajara del 30 al 20%.
Sin embargo, después de la larga espera se publicó dicho Decreto, y si bien tiene los beneficios ofrecidos, para ser realmente acreedor a los mismos se tiene que cumplir con requisitos que en la mayoría de los casos están fuera del control de las empresas. Se tiene la sensación de que había que cumplir la promesa de campaña, pero la afectación en la recaudación se presume será considerable.
Sin duda después de la publicación del decreto surgen gran cantidad de preguntas: ¿Debería el Decreto tener tantas reglas? ¿Sin reglas se habría abusado del Decreto? ¿Las empresas que no son de la frontera realmente cambiarían sus corporativos a la frontera para tener el beneficio? ¿Los complejos requisitos hacen que el Decreto tenga un cierto grado de perversidad? ¿Tiene que ser “perverso” el Decreto para que no se abuse del mismo? ¿Los que actualmente ya están gozando los beneficios del Decreto están en riesgo por la falta de claridad en las reglas?
Si bien, existe tanta desconfianza en el Decreto posiblemente hubiera sido mejor no publicarlo, sin embargo, esa no es opción, pero ¿y el abuso?
¿Se nos puede dejar sin tantos requisitos y reglas? O como dije al principio ¿Estamos como estamos porque somos como somos y es lo que nos merecemos?
En los primeros trámites prácticamente nadie podía adherirse al Decreto. La aplicación estricta de las autoridades no lo permitía, en unos casos, aun y cuando posteriormente hubo un relajamiento y se aprobaron masivamente cientos de contribuyentes. En otros casos, por recomendación de asesores que medían los riesgos y recomendaban no adherirse a un Decreto con reglas no claras, ya que posteriormente ante cualquier falla que originara perder los beneficios del Decreto, podría provocar pérdidas millonarias para los contribuyentes.
Si bien, técnicamente no era aconsejable “entrarle” al Decreto, tampoco podías quedarte sin los beneficios cuando la competencia ya lo estaba aplicando, consciente o inconscientemente, y más importante, estar sujeto al escrutinio de los consumidores que al primer indicio de que no estabas por ejemplo facturando al 8% de IVA, detonaba un ataque en redes sociales para que evitaran consumir en esos establecimientos o en esos negocios, podría decirse que algunos por ilusos y otros aunque bien asesorados e informados no les quedó de otra más que entrarle, tomar los beneficios y asumir los riesgos.
Actualmente estamos esperando se clarifiquen las múltiples dudas técnicas, mientras que las autoridades han mostrado gran apertura, generando confianza en que pronto se dé certidumbre a los beneficiados con el Decreto.
Si bien inédito, el Decreto es un regalo inmerso en una gran aventura para el análisis derivado de la improvisación y reacción ante la posibilidad del abuso.
Es indudable que la frontera requiere gran apoyo, el empresario en estas zonas se ha hecho a sí mismo, en una lucha constante contra las adversidades de regiones agrestes y climas extremosos, compitiendo con las economías más grandes y solidas del primer mundo, creciendo siempre con migración nacional, la que viene de Centroamérica es muy poca en relación a los connacionales que se aventuran en estas tierras.
En la frontera se desarrolla un intenso amor por México, ahí se compite todos los días con un vecino que tiene todo, mantener la identidad es una constante y sin embargo los estados del norte/noroeste han demostrado que se puede, productivos, innovadores, emprendedores, agradecidos.
El Decreto es bueno, cumple con la finalidad de promover la economía y el empleo pero se requiere la certidumbre, deseamos que a la brevedad la incertidumbre del mismo se resuelva, generando tranquilidad y esclarecimiento.