¿Cuánto cuesta comprar una franquicia de Little Caesars?
La tercera cadena de pizzerías más grande del mundo también tiene una de las mejores perspectivas de crecimiento
Little Caesars es la tercera cadena de pizzerías más grande del mundo y una de las de más rápido crecimiento. Su éxito se basó primero en precios bajos —su lema "¡pizza pizza!" hacía referencia a que en sus restaurantes se podía comprar dos pizzas por el precio que en otros equivalía a una— y después por el concepto Hot-n-ready, que garantiza que el platillo está listo para llevar desde que el cliente llega al mostrador.
En México, su éxito ha sido mayor, pues desde su segunda etapa en el país iniciada en 2006 —estuvo ausente entre 2002 y ese año— ha escalado puestos hasta tener sucursales en todos los estados y superar a Pizza Hut en ventas, quedando sólo detrás de Domino's Pizza.
Con tan buenos números y las largas filas en sus sucursales que hacen creer que no se trata de un auge pasajero, invertir en una franquicia de la marca suena a un buen negocio.
¿Cuánto cuesta una franquicia de Little Caesars?
De acuerdo con la página web de la empresa, es necesario una cuota inicial de 20 mil dólares, aproximadamente 336 mil 500 pesos al tipo de cambio actual.
Pero el interesado no puede abrir sólo un restaurante, el modelo del negocio implica que un franquiciatario opere un número mínimo de sucursales en una región goegráfica determinada por un periodo de tiempo específico, así que además de la inversión inicial es necesario un millón de dólares en activos líquidos —es decir, bienes que rápidamente puedan convertirse en dinero— y un patrimonio neto de 2 millones 500 mil dólares.
Además, es necesario contar con un local comercial de al menos 126 metros cuadrados.
Respecto a los pagos, el franquiciatario deberá entregar 6 % sobre ventas brutas, y dedicar 4 % de las mismas a la publicidad de los restaurantes.
El contacto para adquirir la franquicia inicia con la solicitud que se puede encontrar en su sitio de internet, de ser aprobada, el proceso continúa con la visita de un asesor, el último paso antes de ser dueño de uno de sus restaurantes.