Cómo hacer un presupuesto ante la contingencia por el coronavirus
El golpe económico real de la crisis del coronavirus aún es incalculable pero lo cierto es que habrá sectores más afectados que otros
Con la emergencia sanitaria del coronavirus COVID-19 golpeando la vida diaria y la economía de todos los países del mundo, es el momento adecuado de cuidar junto con la salud sanitaria, la salud financiera.
“Ante la grave situación económica que enfrenta el país, es vital que las personas y familias implementen un presupuesto y se apeguen a él, porque esto podría representar la forma en que logren ordenar y subsistir financieramente los siguientes meses”, advierte Luis Madrigal, director de Coru.com
Un presupuesto ayuda a establecer claramente los ingresos y los gastos para realizar una planificación que permita tomar mejores decisiones sobre el dinero.
Lo ideal es mantener uno habitualmente, pero a fin de apoyar a las personas que no cuentan con un presupuesto preparado ante la contingencia económica del coronavirus, la plataforma de servicios financieros Coru.com emite las siguientes recomendaciones:
Es importante contemplar que este presupuesto de contingencia sea flexible y se mantenga al menos los siguientes tres a seis meses.
1) Identificar los ingresos con que se cuentan hasta ahora
Hacer cuanto antes una revisión detallada de los ingresos mensuales, como salario, honorarios u otros ingresos que se hayan acumulado hasta ahora. Se debe incluir el dinero de los fondos de ahorro o inversiones, en caso de tenerlos.
2) Revisar los gastos hasta el momento
Ubicar claramente los rubros de gastos indispensables que corresponden a necesidades personales o familiares como alimentos, pago de servicios básicos, renta, pagos de deudas, ahorro, y separarlos de otros gastos no urgentes como algunas compras por internet, gasto en ropa y todos los desembolsos que podemos posponer para el momento en que pase la crisis por la pandemia o que se tengan mayores ingresos.
3) Reorganizar prioridades y recortar gastos en crisis
Una contingencia como la pandemia actual de coronavirus exige reacomodar prioridades: quizá ya no sea indispensable contemplar gastos de transporte, restaurantes o entretenimiento fuera; pero el pago de sanitizantes, algunas medicinas, comida por medio de apps y pago de internet en casa serán una prioridad los siguientes tres a seis meses, por lo que es un buen ejercicio reacomodar los gastos que sí serán vitale y cortar de tajo aquellos que no son estrictamente necesarios para subsistir.
Si se tiene un hábito de ahorro o fondo de emergencias, hay que mantenerlo vigente y hacer uso de éste únicamente en casos extremos (desempleo, enfermedad grave, hospitalización). Si no se tiene un ahorro previo, es crítico destinar una parte del ingreso para ello, así como revisar planes de créditos y/o préstamos personales.
4) Buscar ingresos, o bien, mantenerlos estables. En casos específicos, contemplar el crédito.
La recesión puede generar desempleo o, en otros casos, que el sueldo se reduzca en función de horarios laborales disminuidos. Hay que estar preparados para que los ingresos se vean lo menos afectados. Buscar alternativas para capitalizar, ya sea mediante la renta de activos (propiedades) o mediante emprendimientos acordes a la contingencia (negocios digitales).
Si la situación será crítica en los siguientes dos a cuatro meses, es momento de ir comparando en internet distintas alternativas crediticias favorables, desde préstamos personales o bancarios con tasas preferentes o fijas, hasta tarjetas de crédito que pueden ayudar en caso de hospitalización o atención médica.