Economía

Arlequín, una editorial que logra su rentabilidad hoja por hoja

Se sostiene de sus ventas y del apoyo de una empresa de servicios paralela 

GUADALAJARA, JALISCO.- Cuando nació Arlequín en 1994, el propósito inicial de sus fundadores era publicar sus escritos por cuenta propia. Ahora, la editorial conformada como empresa vende miles de ejemplares al año (dos mil 500 de ellos durante la Feria Internacional del Libro), y tiene presencia en librerías, ferias municipales del libro, y canales de venta online.

Felipe Ponce, director de Arlequín, contó que fue en 2001 cuando decidieron consolidarse como una compañía especializada en vender literatura de escritores jaliscienses. “Si queríamos acceder a librerías de presencia nacional, incluso vender al extranjero, teníamos que expedir facturas”, explicó.

El editor aseguró que Ediciones Arlequín ha logrado la rentabilidad financiera sin depender de recursos públicos, gracias a las ventas propias y al apoyo financiero de otra empresa editorial encabezada por Ponce, Página Seis, la cual edita libros por encargo de instituciones públicas, universidades y otros organismos. 

“Nunca hemos basado nuestra política en obtención de apoyos. Sé que hay otros colegas que sin apoyos no publican, pero nosotros no, y lo puedes revisar al ver nuestro catálogo, la mayoría de nuestras publicaciones no han recibido ningún apoyo federal o estatal”, afirmó Ponce.

Sin embargo, a lo largo de su historia, Arlequín ha sufrido para mantenerse en el negocio de las industrias culturales debido a varios factores. El primero, aseguró Ponce, es la competencia desleal de editoriales transnacionales, las cuales incurren en infracciones sin ser castigadas. 

Ponce contó que, hace ocho o nueve años, Arlequín se introdujo en la venta de libros de texto a estudiantes, y llegaban a vender 50 mil ejemplares al año, pero las editoriales extranjeras (principalmente españolas) les comieron su mercado usando tácticas perniciosas, como el uso ilegal de logotipos oficiales y vulneración de propiedad intelectual. “Esto puede hacer que una empresa como la nuestra se tambalee”, admitió.

El segundo factor es la falta de una cultura lectora fuerte en Jalisco y México. “No hay librerías, son muy pocas. Para el tamaño de población que tiene Jalisco, esto es vergonzoso, pero tienes que hacer el esfuerzo de estar en ellas, y además, usar canales directos de venta”, dijo Ponce. “La gente no va a librerías por gusto, sino por obligación, entonces no hay hábitos de compra de libros”.

En fechas recientes Arlequín logró colocar su catálogo de más de 250 títulos a las bibliotecas de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Xochimilco; del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO); y a la Biblioteca Pública del estado de Jalisco Juan José Arreola.

SABER MÁS

Las ventas

Nueve de cada 10 libros vendidos por la editorial son a través de venta directa, a través de clubes de lectura, escuelas, ferias municipales y la página de internet. 

Su página de Facebook, por ejemplo, ya superó los 20 mil seguidores.

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