Agoniza construcción entre el coronavirus y cierre de cementeras
La CMIC estimaba a principios de año un alza de 1.5% en el PIB de la construcción, pero ahora prevé caída de 4%.
La industria de la construcción enfrenta un nuevo descalabro, después de meses con cifras a la baja, con el impacto que generará el coronavirus por la reducción de operaciones en obras, menor inversión y la suspensión de operaciones de las cementeras.
La Cámara Nacional de Cemento (Canacem) anunció que sus agremiados suspenderían operaciones, dado que el sector no fue considerado como actividad esencial en medio de la declaración de emergencia sanitaria.
Jaime Rocha Font, presidente de la Canacem, informó que dejarán de abastecer a la obra pública y privada a partir del sábado 4 de abril, esto incluido a las más de las 62 mil ferreterías del país y otros distribuidores.
En un comunicado, destacó que las empresas afiliadas mantendrán a todo su personal con su salario y prestaciones íntegros, durante el periodo comprendido del 30 de marzo al 30 de abril de 2020.
Por su parte, Eduardo Ramírez Leal, presidente nacional de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) informó que en lugar del crecimiento de 1.5 por ciento que esperaban para este año, el coronavirus los impactará con una caída de entre 3 y 4 por ciento.
“Yo creo que después de esto (COVID-19) pudiera haber algunas afectaciones y seguramente el decrecimiento se pueda dar alrededor del 3 o 4 por ciento”, advirtió.
La declaración de Emergencia Sanitaria en México abrió un panorama poco favorable, principalmente para las pequeñas y medianas empresas que dependen de esta actividad como cementeras, concreteras, fabricantes de varilla e insumos derivados del acero, entre otras.
“Entre más tiempo estemos en contingencia, más va a afectar el crecimiento, no solo en la industria sino en la economía de nuestro país y todo el mundo”, dijo Ramírez Leal.
Ricardo Trejo Nava, director general de la firma de análisis Forescatim, anticipó que, en el primer trimestre de 2020, si se envía a una tercera parte de los trabajadores de la construcción a su casa, habrá una caída de 8.8 por ciento y si el 50 por ciento se va a casa, la caída sería de 9.5 por ciento.
Agregó que, con ello, la recuperación se daría hasta finales del año.
En pausa Cemex y Elementia
Empresas como la cementera Cemex o la constructora Elementia han tenido que pasar operaciones en tres y cinco naciones, respectivamente.
Cemex paró la producción de sus plantas en Filipinas, Panamá y Colombia, ante las medidas que han tomado sus gobiernos para contener la propagación del virus.
Alik García, analista de Intercam, explicó que estas medidas impactarán a grandes empresas como la cementera, al ser tan dependiente de los ciclos económicos globales y tener mayor exposición a regiones que han sido muy golpeadas por el COVID-19 como Asia y Europa.
Con la disminución en las actividades de operación y una baja demanda en volúmenes de producción, el analista señaló que están a la espera del impacto que pueda tener esta situación en México, uno de los mayores generadores de flujos de operación (Ebitda) para la compañía.
“Si bien México no representa una parte tan significativa a nivel de ventas, si lo es a nivel Ebitda, cerca del 36 por ciento del flujo operativo de Cemex está en México”, comentó el especialista.
Por su parte, la firma de productos para la construcción, Elementia –firma en la que tiene participación accionaria Carlos Slim y Antonio del Valle Ruiz –suspendió operaciones en El Salvador, Colombia, Perú, Bolivia y Ecuador hasta el 13 abril, fecha que podría modificarse en función de la contención de la propagación del virus.
Tiro de gracia mipymes
Las micro, pequeñas y medianas empresas de la construcción serán de las más afectadas por el efecto COVID-19.
De acuerdo con la CMIC, de los más de 6 millones de empleos que genera la industria de la construcción, cerca del 70 por ciento proviene de las Mipymes, mismas que han sido muy golpeadas en los últimos dos años, por lo que urge capitalizarlas para enfrentar esta pandemia.
“No estamos tan seguros cuánto tiempo pueda sostener esto porque el 96 por ciento de las empresas constructoras en nuestro país son Mipymes y estas vienen de dos años con números muy malos con poca producción”, enfatizó el presidente nacional de la CMIC.
De ahí que la principal demanda del organismo a Hacienda es plantear un esquema que brinde mayor liquidez a estas empresas, al permitir que dirijan recursos como el pago de impuestos, seguridad social e Infonavit, al pago de sueldos
En ese sentido, los especialistas coinciden en la necesidad de poner en marcha un plan contracíclico para enfrentar esta crisis, con un programa emergente de inversión en infraestructura pública.