Hijos del agua y el viento
La Escuela de Vela de Chapala ha evolucionado para ser el semillero de los mejores veleristas de México
La tranquilidad en el Club de Yates de Chapala se ve interrumpida todos los fines de semana por un entusiasta grupo de jóvenes que se reúnen en el jardín del lugar para comenzar a armar sus veleros, limpiarlos y dejarlos listos para salir al agua.
Luego de repasar nociones básicas y conocer las condiciones de navegación, como el viento y la corriente, se preparan para adentrarse en el lago de Chapala.
Fátima tiene siete años, pero por su destreza dentro del agua parece que tiene más de una década dedicándose a la vela. Así como ella, el grupo de cerca de 40 jóvenes que forman parte de la Escuela de Vela de Chapala disfrutan pasar sus fines de semana entrenando para conseguir una meta.
Jesús Carlos Camarena es el responsable de comandar esto con el apoyo de Noel Guerra, para entrenar a los estudiantes y seguir con una tradición que además ha resultado ser semillero de grandes atletas.
“La escuela de vela tiene 35 años funcionando, la inició el ingeniero Lorenzo Villaseñor Parra y se trajeron 20 embarcaciones de optimist; después la continuó Beatriz González Luna, quien tomó la escuela cuando se tuvo el mayor número de alumnos, después vino aquel descenso de la laguna y mucha gente se fue y la rescató exitosamente; Luis Vázquez González la empezó otra vez con sus hijos hasta llegar a donde estamos ahorita, y cuándo él se retiró tomé yo la escuela de vela y ahí vamos”.
Actualmente la escuela cuenta con 40 estudiantes divididos entre principiantes y el grupo intermedio, los cuales se adentran desde pequeños en el mundo de la vela entrenando todos los fines de semana, desde las 8:00 de la mañana sin importar el frío, el viento o los sacrificios que pueda representar.
“Los principiantes e intermedios se dividen según el tiempo que tienen practicando. Después de un tiempo de haber iniciado, cuando ya conocen el lenguaje de la vela y las nociones básicas, se hace una visoría en donde se analiza si pueden pasar al siguiente nivel”.
Para Jesús Carlos, en lo personal, “lo más importante es ver niños y jóvenes comprometidos, disciplinados, que disfrutan la vela, pero en lo deportivo es ver que de aquí, del semillero están los últimos olímpicos mexicanos de vela, ser los ganadores absolutos de la olimpiada nacional en múltiples ocasiones y haberla ganado otra vez por estado este año”.
Entre los atletas destacados que han sido alumnos de la Escuela de Vela de Chapala se encuentran Elena Oetling Ramírez, Yanic Gentry Torfer y Juan Ignacio Pérez Soltero, todos ellos representantes olímpicos de vela por México.
La máxima representante
Entre los representantes más destacados del Club de Vela de Chapala se encuentra Elena Oetling Ramírez, velerista especializada en la categoría ILCA 6 que ya consiguió su pase a París 2024.
Esta será la segunda ocasión que Oetling navegue en Juegos Olímpicos con la bandera mexicana, pues su primera aparición fue en Tokio 2020.
La ambición de la sangre nueva
Así como Oetling y Gentry, existe un grupo de estudiantes de élite que se encuentran en el equipo de alto rendimiento del Club, en donde practican Jesús Carlos Camarena Villaseñor, Pablo Aguilar Topete, Mathieu de Limelette Chagray, Ana Paula Aceves Gallardo, Ángela de Leo González, Constanza Cebada Diez de Sollano, Diego Aguilar Topete, Juan Pedro de Obeso Bauche, Emiliano Villaseñor Gutiérrez, Fátima Casillas Hernández y María José Valencia Ávalos. Todos estos jóvenes dedican cerca de nueve horas durante su fin de semana a navegar y mejorar en sus habilidades en la vela. Además de pasar sus días en el gimnasio, cuidando sus hábitos y en particular sus estudios, pues, según menciona su entrenador, es una de las partes fundamentales para permanecer en el equipo.
En el caso de Ana Paula, el formar parte del equipo ha representado vencer sus miedos y aprender disciplina, “la sensación de libertad y de control que te da estar en un velero” es lo que más disfruta, además de las competencias en donde ha participado tanto a nivel nacional como internacional, donde ha ganado distintos reconocimientos.
Por su parte, la dupla que integran Jesús Carlos Camarena y Pablo Aguilar Topete, que ya está clasificada al Mundial Juvenil de 2024 en el lago Di Garda, disfruta de poder compartir este reto, navegando un velero para dos personas en el cuál se requiere destreza y confianza con la persona que está contigo. Para ellos, esto no “solo es velear, es una familia lo que hemos hecho”.
Pablo reconoce que en los próximos años le gustaría seguir dedicándose a la vela de manera profesional, aunque reconoce que de momento es complicado, pues está enfocado a sus estudios.
El trabajo que hacen cada fin de semana en la Escuela de Vela de Chapala ha dado resultados, pues sus representantes se llevaron el oro en los Juegos Nacionales de Conade 2023 con un equipo integrado por Diego Aguilar, Mathieu Limelette y Ángela de Leo González, quienes se perfilan para seguir el camino de los representantes olímpicos que han nacido de esta escuela.