Una generación de ejemplos entra al Salón de la Fama
Son exaltados los nuevos inquilinos del recinto de Canton; Ray Lewis envía un mensaje de unión
Uno de los más grandes líderes que el futbol americano ha visto, Ray Lewis, usó su discurso de inducción al Salón de la Fama para pedir un liderazgo más ilustrado en Estados Unidos.
“Podemos pasar de ser leyendas a construir un legado más grande que el futbol americano, más grande que los deportes. Miren lo que nos une… la respuesta es simple. Amor, fe y amor, y la más grande es el amor”.
El último de los siete nuevos miembros del Salón de la Fama en hablar ayer en Canton, Lewis, declinó dar su discurso en el estado y se movió apasionadamente alrededor del escenario, instigando a los asistentes a la ceremonia a unirse
“¿Viven cada día para hacer de este un mundo mejor?”, preguntó Lewis a todos los reunidos en el Estadio Tom Benson, en Canton, Ohio. “Piensen en lo que podemos hacer si trabajamos todos los días como país… enseñando a nuestra nación a amarse de nuevo".
“Es cómo reaccionamos a los desafíos de nuestra vida lo que demuestra nuestra grandeza”.
Dirigiéndose hacia otros 140 miembros del Salón de la Fama, el ex apoyador de los Ravens de Baltimore dijo: “Podemos pasar de ser leyendas a construir un legado más grande que el futbol americano, más grande que los deportes. Miren lo que nos une… la respuesta es simple. Amor, fe y amor, y la más grande es el amor”.
Lewis estuvo acompañado ayer en Canton por Randy Moss, Brian Dawkins, Brian Urlacher, Bobby Beathard, Jerry Kramer y Robert Brazile. Terrell Owens, miembro de esta generación, no asistió a la tradicional ceremonia y realizó una propia, en Tennessee.
El ex apoyador, dos veces campeón del Super Bowl y dos veces Jugador Defensivo del Año, fue exaltado al Salón de la Fama del futbol americano profesional en su primer año de elegibilidad, al igual que Randy Moss, tomado con la selección global número 21 del Draft de 1998 por los Vikings de Minnesota.
Urlacher, también exaltado en su primer año de elegibilidad, se convirtió en el Bear de Chicago número 28 en el recinto de los inmortales de Canton, récord para cualquier franquicia en la NFL.
Dawkins, quien se hiciera de un nombre con los Eagles de Filadelfia, destacó por ser un profundo agresivo y por haber acumulado intercepciones en al menos 15 temporadas consecutivas. También tiene la distinción de ser el único jugador en forzar un balón suelto, lograr una captura, una intercepción y tener un recepción de anotación en el mismo juego.
Kramer formó parte de los Packers de Green Bay ganadores de los primeros dos Super Bowls, mientras que Brazile, conocido como “Dr. Doom” pasó sus 10 años de carrera con los Oilers de Houston.
Beathard, exaltado como ejecutivo y colaborador, fue gerente general de cuatro equipos campeones de Super Bowl, dos veces con los Dolphins de Miami y dos más con los Redskins de Washington.