Un novato con las garras bien afiladas
Trevor Lawrence brilla en el triunfo de Clemson sobre Notre Dame en el Cotton Bowl
Cuando Dabo Swinney confió un equipo de Clemson con aspiraciones al campeonato al quarterback de primer año Trevor Lawrence en septiembre, esto era lo que el coach de los Tigers tenía en mente.
Lawrence lanzó para 327 yardas y tres touchdowns y Clemson, el número dos, derrotó ayer 30-3 a Notre Dame, el número tres, en el CottonBowl para avanzar al duelo por el campeonato nacional.
“Esto es lo que vinimos a hacer”, declaró Swinney. “Este experimentado grupo acaba de ganar su partido número 54 e irán en busca de su tercer campeonato nacional en cuatro años”.
La dura y consolidada línea defensiva de Clemson, encabezada por Clelin Ferrell y Austin Bryant, frenó a Ian Book y los Fighting Irish (12-1), al contenerlos en 248 yardas.
Y a la ofensiva, los novatos fueron quienes guiaron al equipo. Lawrence, en apenas su décimo partido como titular, conectó 27 de 39 pases, pero no sufrió intercepción ante una defensa de Notre Dame que se había consolidado como una de las mejores del país.
Los Irish se mantuvieron en la pelea durante un periodo, cuando ambos equipos intercambiaron goles de campo. Pero al inicio del segundo cuarto, el cornerback estelar JulianLove, de Notre Dame, se vio obligado a abandonar el encuentro con lo que el coach Brian Kelly luego describiría como una lesión en la cabeza, y Lawrence empezó a destrozar a la línea secundaria de Notre Dame.
Con un potente brazo, rapidez para lanzar pases y convertido en una latente amenaza en la bolsa de protección, Lawrence es considerado uno de los jugadores con mayor potencial para ser una estrella en el fútbol americano universitario.
Pero Lawrence es el líder. En su decimoprimer juego como titular, tratará de convertirse en el primer quarterback de primer año en darle a su equipo un campeonato nacional desde que JamelleHolieway lo hiciera con Oklahoma en 1985.