Japón anunciará medidas sanitarias de emergencia durante los Juegos Olímpicos
La emergencia sanitaria propuesta, se extenderá hasta el 22 de agosto y aún se valora disputar la justa sin público
El gobierno de Japón dijo que buscará declarar un estado de emergencia sanitaria durante los Juegos Olímpicos, aumentando la perspectiva de celebrar las justas con pocos, o incluso sin, espectadores.
Las medidas de emergencia para hacerle frente al coronavirus incluyen limitar la venta de bebidas alcohólicas y obligar a los restaurantes a cerrar temprano, acciones más blandas que los confinamientos vigentes en otros países.
Pero también pondrían topes a la asistencia del público a eventos grandes, un tema clave a dos semanas de la inauguración de los Juegos de Tokio, el 23 de julio.
"El número de casos nuevos continúa subiendo en Tokio", dijo el ministro japonés encargado de la respuesta al virus, Yasutoshi Nishimura.
"Al aumentar el movimiento de personas, la contagiosa variante Delta ahora corresponde a 30% de los casos, y se espera que esa cifra crezca", agregó.
La emergencia sanitaria propuesta, que será oficializada más tarde este jueves, se extenderá hasta el 22 de agosto y fijará un tope de 5.000 espectadores para eventos públicos, o 50% de la capacidad del local, el que sea menor, dijo Nishimura.
Sin embargo, las autoridades admiten que esa cifra podría ser reducida e incluso han planteado celebrar los Juegos sin público.
Se prohibirá la venta de bebidas alcohólicas en bares y restaurantes, que deberán cerrar a las 20:00 hrs., mientras que actividades como conciertos y conferencias deberán concluir a las 21:00 hrs.
"Esperamos contener la propagación de las infecciones al poner a Tokio bajo estado de emergencia", declaró el ministro, al advertir que están aumentando las hospitalizaciones de personas de alrededor de 40 y 50 años de edad.
Japón ha tenido un brote relativamente pequeño de COVID-19, pero su programa de vacunación ha avanzado con lentitud. Poco más de 15% de la población ha sido totalmente vacunado, y hay temor de que la variante Delta del virus, detectado originalmente en India, pueda desatar una ola de contagios que desborde la capacidad de los servicios médicos.