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Super Bowl 2021: Diferente, pero con ambiente

El Raymond James Stadium se pintó de colorido a pesar de los cambios

Portando máscaras KN95 y protectores faciales, John Goodman, su esposa Alison McMillan y sus dos hijos adolescentes se abrieron paso entre las aglomeraciones en las calles aledañas al Raymond James Stadium y se instalaron en sus asientos para el Super Bowl casi tres horas antes de que iniciara.

Fueron los primeros en su sección. No querían ser parte de la “locura” que estaba sucediendo en otras partes.

“Estábamos un poco nerviosos”, admitió Goodman, quien viajó con su familia desde Greensboro, Carolina del Norte.

Llegaron a Orlando el viernes e hicieron el viaje de 90 minutos a Tampa al día siguiente para “ver el panorama” y cenar. Vieron a gente sin mascarillas y decidieron regresar a Orlando.

Entonces no fue ninguna sorpresa al divisar algo similar alrededor del estadio ayer. Pero, estaban listos.

“Mamá nos tiene bien protegidos”, dijo Goodman.

La cita cumbre de la NFL, con los locales Buccaneers de Tampa Bay y el campeón defensor Chiefs de Kansas City disputando el campeonato, no se pareció en nada a los anteriores 54. Cerca de 25 mil aficionados tuvieron permitido asistir, siendo siete mil 500 de esos trabajadores sanitarios vacunados. Otros 30 mil recortes de cartón llenaron los asientos vacíos para crear espacio y cumplir con los protocolos de distanciamiento social.

“Los recortes de cartón lo hace parecer como que está lleno”, dijo Matt Geer, originario de Tampa y dueño de un abono de los Bucs. “Se siente como un juego de verdad. No se siente programado como otros juegos de temporada regular”.

Geer gastó nueve mil dólares para un asiento en la parte alta y contó que ingresar al estadio fue una “locura”. Pero valió la pena.

Aquellos que asistieron tuvieron que cubrirse sus rostros durante el encuentro a menos de que estuvieran comiendo o bebiendo. Acomodadores con letreros aplicaron la regla, que ya debería de ser un protocolo normal de operación. Sin embargo, se podían ver infractores en todas las direcciones.

Los aficionados ingresaron al estadio lentamente, algo que precisó de varias horas, algunos más enfocados que otros en los protocolos de COVID-19.

JL

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