Rafael Nadal inicia las finales del último torneo de su carrera
El equipo español disputa con el de Países Bajos el pase a las semifinales de la Copa Davis, con la ilusión de seguir en la lucha por su séptima Ensaladera y el riesgo de presenciar la despedida de su mayor gloria del tenis
La cuenta atrás del adiós de Rafael Nadal comienza hoy, con la puesta en marcha de las finales de la Copa Davis y con el duelo que la Selección española va a disputar contra Países Bajos en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena de Málaga, con todo previsto por si la tarde se tuerce y llega la despedida.
Málaga lleva días en estado de “shock”, entusiasmada, desatada con la llegada de la leyenda del tenis. Honrada porque el ganador de 22 títulos de Grand Slam, uno de los mejores jugadores de la historia, el más relevante deportista español de siempre, haya elegido esta ciudad para su última danza profesional y para la retirada como jugador en activo.
Ya hace tiempo que una entrada se ha convertido en un artículo de lujo. Agotadas en taquilla, la reventa ha roto registros. No es cualquier cosa poder presumir de presenciar la última puesta en escena de semejante personalidad, de vivir una jornada predispuesta a emociones y nostalgia.
La relevancia de la competición que reúne a los ocho mejores equipos del mundo ha sido ensombrecida por el ganador de 14 títulos de Roland Garros, que apura su preparación para lo que sea necesario, para brindar un último servicio al equipo español.
“No estoy aquí para retirarme. Estoy para ayudar al equipo”, subrayó Rafael Nadal, de 38 años, que ayer realizó la última sesión de entrenamientos con Carlos Alcaraz al otro lado de la pista. Son aún el presente del tenis español los dos. Uno el pasado eterno; el otro, el futuro inmediato.
España no gana la ensaladera desde 2019 en Madrid, en la inauguración del nuevo formato de competición. Aquella vez, aquella edición como tantas otras, Rafael Nadal fue el artífice del éxito, del triunfo. Fue el héroe. Ahora, instalado en un peldaño inferior, lastrado por la condición física que le ha abocado hacia un adiós que hubiera deseado más lejano.
El conjunto español, con David Ferrer en la capitanía, tiene a Carlos Alcaraz como líder en la pista y a Nadal como emblema, junto a Roberto Bautista, Marcel Granollers y Pedro Martínez. El objetivo: reactivar el idilio español con esta competición. Después del dominio implantado con la llegada del nuevo siglo, donde fraguó la 'Armada' su historia y cuando consiguió sus seis trofeos, se busca otra Ensaladera, la séptima, y la sexta de Nadal.
Con Países Bajos como primer reto en el horizonte, el cuadro español que aún no ha decidido el papel de Nadal en pista, pretende avanzar hacia semifinales por primera vez desde que ganó en el 2019. Llegó a cuartos en el 2022 y no superó la fase de grupos ni en el 2021 ni en el 2023.
Dos cosas están claras en España. Carlos Alcaraz ejercerá de número uno y Marcel Granollers es fijo en el dobles. Nadal es la incógnita por despejar. Depende de sus sensaciones. Ferrer baraja la opción de que ejerza de número dos, en el otro individual. La otra posibilidad es que forme parte del dobles con Granollers, número uno del mundo en la modalidad.
Por su parte el equipo de Países Bajos, sostenido por el talento de dos de sus principales jugadores Tallon Griekspoor, número uno, y Botic Van de Zandschulp, aspira a aguar la fiesta del tenis español y provocar que el cara a cara entre ambos suponga el último baile del ganador de veintidós Grand Slam que está en Málaga arropado por su familia, por sus amigos.
"Todos estamos emocionados por jugar contra España y de formar parte de esto. Es increíble que pueda ser, además, el último partido que juegue Nadal en su carrera. Esperamos darle una bonita despedida", bromeó el capitán del conjuntó neerlandés en Málaga, Paul Haarhuis.