Deportes

Una atleta sin límites

Janeth Gómez ha cumplido el sueño olímpico a través de mucho esfuerzo

JanethGomita” Gómez se convirtió en la primera halterista jalisciense en clasificarse a unos Juegos Olímpicos tras finalizar en la décima posición dentro del ranking olímpico en la categoría de 59 kilógramos, y hasta el momento, es la única representante mexicana en esta disciplina con plaza directa a París, teniendo todo en sus manos para consagrarse y meterse al selecto grupo de mujeres que han conseguido una medalla olímpica en este deporte, recordando el oro de Soraya Jiménez y el bronce de Aremi Fuentes. 

Nacida en San Miguel El Alto, Gómez fue descubierta a los 12 años para migrar a Guadalajara y emprender su formación como atleta de alto rendimiento, esto pese a que en múltiples ocasiones, diversas personas intentaron truncar sus sueños al tratar de limitarla por su pequeño y delgado físico. Sin embargo, más allá de alejarla de sus metas, esto sólo motivó a “Gomita” a aferrarse a su objetivo hasta alcanzarlo.

Entre ser mamá y atleta olímpica, Janeth ha tenido que repartir su tiempo para estar a un paso de hacer historia en el deporte mexicano, aunque en el deporte jalisciense, su nombre ya está escrito con letras de oro. 

- ¿Cómo fue el proceso de convertirte en una atleta de alto rendimiento lejos de tu hogar y tu familia siendo una niña de 12 años?

- Me costó porque yo soy de un pueblo y en mi casa casi ni salía. Entonces, al momento de irme, sentía mucho miedo porque Guadalajara es muy grande en comparación a mi pueblo. Al principio sí estaba emocionada de convivir con muchos atletas porque yo decía que quería ser como ellos, pero conforme fueron pasando los días yo decía “no, no puedo, quiero a mis papás”. Se me hacía mucho estar a las siete de la mañana despierta para irme a entrenar, después a estudiar, luego ir a entrenar otra vez. Pero gracias a Dios la entrenadora que me reclutó y por consejos de mis papás igual pude soportarlo hasta que me adapté.

- ¿Qué se siente ser la primera halterista jalisciense clasificada a unos Juegos Olímpicos?

- Para mí fue demasiado asombroso. A mí no se me olvida que yo represento primero a mi gente que es San Miguel, Jalisco y México, todo ese paquete. Pero definitivamente no era consciente de que yo soy la primera jalisciense en clasificarse a unos Juegos Olímpicos en halterofilia y sentí muy bonito, porque ojalá esto sirva para abrirle camino a más mujeres en este deporte y sobre todo a gente de mi pueblo para que vean que sí se puede soñar en grande.

- ¿Cómo le agarraste gusto a este deporte?

Este gusto entró porque mi primo me invitó y yo veía cómo levantaban los muchachos, pero me llamó más la atención ver lo fuertes que eran las niñas y el bonito cuerpo que tenían. Yo siempre fui muy flaquita, entonces yo también quería ponerme fuerte, por lo que primero empezó por la vanidad. Después, porque cuando alzaba pesas, aunque en ese tiempo era poquito, para mí era mucho por el cuerpecito que me cargaba. De poco a poquito me fui superando y me era muy satisfactorio ver que cada vez podía más y más.

- ¿Qué significa la halterofilia para ti?

- Ha significado mucho porque formó en mí un carácter muy fuerte, competitivo y muy audaz. Si yo me proponía cualquier cosa, decía “claro que voy a poder, porque si puedo ir a aventarme 100 kilos encima, esto para mí ya no es nada”. También me ha enseñado muchísimas cosas, como por ejemplo que puedes encontrar una familia fuera de casa y he adquirido muchos valores, entonces el deporte tiene mucho significado para mí porque ha logrado ser muy importante en mi vida.

- ¿Qué se siente ser parte del grupo muy reducido de mujeres mexicanas que han destacado en la halterofilia?

- La verdad se siente bien bonito, estas cositas también hacen que me caiga el 20, porque todo comenzó como un sueño hasta convertirse en todo un vicio. Primero, fue querer unas medallas nacionales de oro. Después, quiero ir a unos Juegos Olímpicos. Ahorita que me lo preguntas, sí es como que muy sorprendente y muy importante porque una como mujer se pone limitaciones. Es un orgullo para mí, me felicito a mí misma porque aprendí de Soraya, Aremi, Damaris Aguirre, todas ellas que fueron a los Olímpicos sin decirnos ellas con palabras, solo con ser ellas, nos dejaron mucho que aprender.

Nace un sexto sentido

Janeth Gómez no se enfoca únicamente en destacar como atleta, sino que gran parte de sus esfuerzos se concentran en dedicarse a ser mamá de una pequeña, a la que día con día trata de predicarle con el ejemplo.

- ¿Cómo ha sido equilibrar la maternidad con la halterofilia?

- Sí es muy difícil, pero cuando eres mamá, te nace como un sexto sentido y es como un súper poder para ti que te hace que lo que se veas imposible, lo hagas posible. Sé que no me puedo partir en dos, pero cuando me toca estar lejos, siempre trato de estar presente a través de llamadas, mensajes o ayudarle en su tarea, tal vez cosas muy básicas, pero que hacen la diferencia. Sí me costó, pero me adapté, siempre hay formas mientras abras tu mente. 

- ¿Cuáles han sido tus principales retos siendo mujer en un deporte que exige máxima fuerza?

- Es un reto para ti como mujer y más para mí que siempre fui de complexión muy delgada. Mi cuerpo se lesionaba mucho porque era muy pequeña y flaquita, tenía que comer más para subir de peso y no podía. Entonces, me aferré y empecé a decirme a mí misma que sí podía y lo conseguí. Sigo siendo delgada, pero soy una delgadita aferrada que se mantiene en el objetivo hasta alcanzarlo.

A saborear el momento

Para la halterista de Los Altos de Jalisco esta será su primera gran prueba en una plataforma como la que brindan los Juegos Olímpicos. Con París a la vuelta de la esquina, Janeth Gómez no piensa en una catástrofe, sino que se concentra en disfrutar el momento, pues ya ha hecho historial al colocarse en dicha competencia.

Sin embargo, no se le puede descartar como una atleta que vaya en serio por una medalla.

- ¿Cómo te visualizas en París 2024?

Con ganas, con hambre y como una persona que quiere superarse, que quiere mejorar su marca y que quiere dar lo mejor de ella por su país y disfrutando porque, como dicen, cuando te cuesta tanto, los saboreas tan rico, entonces yo me visualizo saboreando mi presencia en París.

- ¿Cuáles fueron tus primeras impresiones al saberte clasificada a París?

Primero lloré porque dije ‘quién diría que esa niña chiquita que pensaba que iba a ser monja, porque me la vivía en el templo, está aquí en Tailandia metiéndose al ranking para clasificar’, o sea, me puse a pensar con mucho sentimiento en todo lo que dejé y en todo el esfuerzo que entregué. Después sentí mucha felicidad y ahora estoy en el trámite de disfrutar este proceso.

CT

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