Rebeca Andrade sorprende y vence a la favorita Simone Biles
La gimnasta brasileña cumple el sueño de no irse de los Juegos sin un título olímpico
Rebeca Andrade nunca tuvo un camino fácil, pero la gimnasta brasileña aprendió pronto a saltar alto y su vuelo parece no tener límites. Tras hacer historia en Tokio, se va de París convertida en la mayor medallista olímpica de su país y aplaudida por la superestrella estadounidense, Simone Biles.
La deportista de 25 años completó ayer otros Juegos brillantes al conseguir el oro en suelo, elevando a cuatro su botín en París 2024 y dejando en seis su balance total, al añadirse sus preseas de oro y plata en Tokio 2020.
Tras liderar a Brasil hacia un bronce histórico en la final por equipos, Andrade sumó dos platas en el concurso general y en salto para acabar consiguiendo el ansiado oro en la final de suelo, pasando por delante de Biles, que pintaba como favorita en esta prueba.
Andrade se convirtió en la primera gimnasta que derrota a Biles en una final de piso de una gran competición internacional, y de paso se estableció como la atleta olímpica más laureada de Brasil en la historia de los Juegos Olímpicos. La sudamericana recibió una puntuación de 14.166 para superar los 14.133 de su rival. La alta dificultad del ejercicio de Biles, (6.900 frente a los 5.900 de Andrade), le permitió a la estadounidense alcanzar el podio a pesar de sus dos salidas del cuadrante donde se ejecutan las rutinas.
Por detrás de ella quedó su compañera Jordan Chiles con 13.766, tras reclamar con éxito una subida de su calificación, arrebatándole el bronce a la rumana Ana Barbosu.
Andrade nació en Guarulhos, a las afueras de Sao Paulo, en un hogar humilde que mantenía en solitario su madre, Rosa Santos, una empleada doméstica madre de ocho hijos. En su carrera ha sufrido tres roturas de ligamento anterior cruzado de su rodilla.
Hoy, con sus compañeras del podio haciéndole reverencia, Andrade se despide de París 2024 como una de las grandes figuras de los Juegos.
El oro más celebrado
La brasileña Rebeca Andrade, campeona olímpica de suelo por delante de Simone Biles, aseguró que deseaba un oro con todas las fuerzas, aunque las cuatro medallas ganadas en París tienen importancia para ella.
“No puedo elegir, porque todas son especiales para mí. Nuestro bronce en la competición por equipos fue muy importante, era algo con lo que habíamos soñado como equipo y algo que yo también deseaba de verdad”, aseguró.
“En cuanto a mis medallas individuales, es lo mismo. Sabía de mis posibilidades (de ganar medallas) y lo di todo. Estaba luchando por conseguir por fin un oro, porque lo deseaba con todas mis fuerzas. Estoy muy contenta de haberlo conseguido”, dijo.
Solo tras la última nota se quedó tranquila, admitió, “porque la competición solo termina cuando termina”, apuntó entre risas.
“La gimnasia no es un deporte fácil, exige mucho de nuestro cuerpo y nuestra mente. Confiaba en ser capaz de gestionar toda la presión y trabajé con mi entrenador para conseguir lo que hemos hecho”, afirmó.
Biles no se siente molesta
La estadounidense Simone Biles dijo no sentirse mal por haber dejado ir el oro en el ejercicio de suelo.
“Ha sido muy emocionante y he estado muy cerca. Era mi quinta o sexta rutina de suelo (en estos Juegos), así que no estoy enfadada. Estoy muy contenta por Rebeca, se lo merecía”, apuntó la ganadora de 11 medallas olímpicas.