Para ir paliando la crisis
La Fórmula 1 ha implementado medidas para garantizar la supervivencia de algunos equipos
Para los dueños y gobernantes de la Fórmula Uno, la llegada de la pandemia por el COVID-19 ha sido un duro golpe desde el punto de vista financiero, lo que llevó tanto a Liberty Media como a la Federación Internacional del Automóvil (FIA) a replantear el futuro de la categoría reina del deporte motor.
Por ello, el pasado 27 de mayo se presentaron nuevos acuerdos logrados entre todas las partes para garantizar que exista Gran Circo más allá de 2020, con el objetivo, sobre todo, de procurar que no desaparezcan equipos de la parrilla y se mantengan al menos 10 escuderías por los próximos años.
A apretarse el cinturón
Los cambios más importantes se darán en el aspecto financiero, pues se acordó un límite presupuestal que en 2021 no superará los 145 millones de dólares; en 2022 este tope de gastos no tendrá que superar los 140 millones de dólares y de 2023 a 2025, el techo de gastos se estableció en los 135 millones de dólares.
Esto quiere decir que, excluyendo los salarios de los pilotos y el costo de los motores, ninguna escudería, sin excepción, podrá gastar más de dicha cantidad en toda una temporada para desarrollar su coche, es decir, piezas del chasis. Esta medida se logró para evitar la desaparición de algunas escuderías, sobre todo de aquellas que pocas o nulas oportunidades tienen de pelear por un podio y que en medio de la crisis generada por la pandemia se han visto más afectadas.
Límites en pruebas de túnel de viento
Dentro del esquema para reducir costos en cada uno de los equipos de la categoría, la FIA estableció una escala en la que se redujo la cantidad de pruebas en túnel de viento a la semana que haga cada equipo, a establecer un límite de máximo 40.
Sin embargo, habrá una recompensa para aquellas escuderías que peores resultados hayan tenido una vez que concluya la temporada que aún no comienza, pues a partir de 2021, y dependiendo el orden en el que termine un equipo en el campeonato de constructores, se reducirá la cantidad de pruebas o en su defecto se aumentarán.
Es decir, en el hipotético caso de que Mercedes termine de nueva cuenta en la cima del campeonato, será obligado a hacer 90% de las pruebas permitidas por semana (36), mientras que la escudería que concluya en el último sitio hará 112.5% de las pruebas permitidas (45). Esta escala se modificará en 2022 y se mantendrá hasta 2025, pues el equipo que termine en primer sitio sólo realizará 70% (28) de las pruebas límites permitidas y el constructor que termine la campaña anterior en el fondo de la clasificación podrá hacer el 115% (46) de tests permitidos.
El objetivo de esta medida es cerrar la brecha de resultados entre los llamados equipos grandes y aquellos de media tabla hacia el fondo y hacer carreras con finales más impredecibles, pues las pruebas de túnel de viento permiten a las escuderías estudiar el comportamiento de un coche bajo ciertas condiciones y con ello desarrollar piezas para hacerlos más competitivos.
Otros cambios
Algunas de las nuevas medidas establecidas desde el miércoles pasado se hicieron con la intención de que los equipos reduzcan la carga aerodinámica de sus coches de cara a la temporada de 2021, esto como respuesta al retraso de un año que se hizo a las nuevas regulaciones, anuncio hecho en marzo pasado.
- Para reducir la carga aerodinámica, los equipos tendrán que “recortar” el piso de sus coches, lo que en 2021 permitirá usar los mismos neumáticos diseñados desde 2019, también reduciendo gastos, pero a costa de ver coches 0.5 segundos más lentos por vuelta, por lo que difícilmente se romperán récords de pista en el próximo calendario.
- El chasis y la suspensión no podrán ser modificados y serán los mismos de 2020, sin embargo, piezas como los alerones delanteros y traseros, además de los difusores y pontones si podrán ser modificados en el transcurso de la próxima campaña.
JL