Necaxa vs Pachuca termina con bronca campal
Los casi cinco mil espectadores que acudieron al estadio Victoria se levantaron de sus butacas cuando jugadores del Necaxa y Pachuca iniciaron el pleito
Los casi cinco mil espectadores que acudieron a la reapertura del estadio Victoria se levantaron de sus butacas cuando Unai Bilbao y Kevin Álvarez encendieron aquel cerillo que provocó un incendio que estuvo a nada de salirse de control.
El empate entre el Necaxa y el Pachuca (2-2) sirve de muy poco a ambos, y la frustración de sus jugadores quedó plasmada con la bronca que obligó al árbitro Fernando Guerrero a dar el silbatazo final.
El defensa central español de los Rayos tiró una patada al joven lateral de los Tuzos, quien fue secundado por Miguel Herrera Equihua. En cuestión de segundos, ambas bancas se vaciaron y volaron golpes. Ninguno de consideración, porque también hubo quien llamó a la cordura.
La imagen de Álvarez en el césped, abrazado por Herrera Equihua, fue la principal estampa de una bronca que -ante los ojos del "Cantante"- no fue merecedora de alguna expulsión, pese a que hubo un sinfín de involucrados.
El Pachuca sigue hundido en el sótano de la tabla, con cuatro puntos y sin victorias (único club que no ha ganado). La anotación de Mauro Quiroga (84’) sólo le sirvió para rescatar un diminuto trozo de su maltrecho orgullo.
El Necaxa tuvo la ventaja en dos ocasiones, pero volvió a acusar falta de manejo de partido.
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