Deportes

Marcados por la violencia

Los partidos entre México y Honduras son escenario para peleas y agresiones como la sufrida por Javier Aguirre el viernes

El lanzamiento de objetos a la cancha del Estadio Francisco Morazán, en Honduras, uno de los cuales cayó sobre la cabeza de Javier Aguirre, lastimando al entrenador de la Selección Mexicana, es un ejemplo más de la presencia de la violencia en el futbol, especialmente en partidos en los que se enfrentan el Tri y los catrachos.

A lo largo de la historia, México ha sido visto como el principal rival de Honduras, generando que sus visitas a este país estén envueltas de hostilidad y actos de violencia.

Por ejemplo, el 2 de mayo de 1993, México se metió a la cancha del Estadio Nacional de Tegucigalpa, después de lidiar con una serenata imprevista que no dejó dormir a los entonces dirigidos por Miguel Mejía Barón. Pero, después del juego contra los hondureños, los futbolistas aztecas tuvieron que esperar que el recinto se vaciara para poder salir ante la ola de violencia por el marcador de 1-4 a favor de los visitantes.

Fuera de tierras centroamericanas, en el partido entre México y Honduras de la fase de grupos de la Copa Oro 2023, el Estadio NRG de Houston fue escenario de múltiples pleitos entre las aficiones de ambas selecciones, mismas que llegaron a los golpes.

La otra cara de la moneda

La afición azteca tampoco se salva de estar inmiscuida en actos de violencia. Uno de los más recientes se dio en el México-Uruguay rumbo a la Copa América de este año. Tras el humillante triunfo (0-4) de los sudamericanos, algunos espontáneos saltaron a la cancha, obligando al árbitro a pitar el fin del juego.

También hubo mexicanos que lanzaron objetos a Gerardo “Tata” Martíno, entonces técnico del Tri, tras una derrota en un amistoso contra Colombia en 2022.

CT

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