Lewis Hamilton se lleva el Gran Premio de México
El piloto británico se quedó con el primer puesto, mientras que el podio lo completan Sebastian Vettel y Valtteri Bottas
Tenía que ser así, el mejor del mundo debe de vencer a los mejores y superar las adversidades. Así es Lewis Hamilton, e piloto británico de Mercedes venció con categoría a los que parecían los grandes favoritos del fin de semana: Sebastian Vettel y Charles Leclerc, ambos de Ferrari.
Durante el fin de semana, Hamilton aseguró que iba a ser una carrera muy complicada, habló sobre el fuerte desgaste de los neumáticos y las difíciles condiciones de una pista que está tan alta sobre el nivel del mar como la de la Ciudad de México.
Se atrevió incluso a pronosticar que haría hasta cuatro paradas en pits. Quizá, Lewis es un maestro del engaño o tal vez, fue Totto Wolf, la mente maestra detrás del éxito de las flechas plateadas el que le pidió hablar así o quizá, solo quizá, decía la verdad y este domingo corrió con suerte, el tipo de suerte que hace a los campeones.
Este domingo parecía que el mundo le sonreía al británico, pues por primera vez en todo el fin de semana las nubes negras se alejaron del Autódromo.
La temperatura en pista era ideal para pensar en una estrategia a una sola parada y para que los neumáticos tuvieran mayor agarre.
El escenario era inmejorable con un recinto lleno de fans entusiastas que, aunque tenían en su favorito a “Checo” Pérez, también apoyaban al de Mercedes, como a él le gusta, como a una verdadera estrella.
Banderas, pancartas, gorras y playeras, todos uniformados y listos para ver la magia del “hammertime”, esa que solo un piloto en la parrilla tiene y que hace que correr a más de 300 kilómetros por hora parezca sencillo.
Llegó la hora. Cuando las manecillas del reloj marcaron la una de la tarde, los pilotos subieron a sus monoplazas mientras sus equipos los preparaban y 10 minutos más tarde el semáforo se apagó y comenzó la carrera.
El inicio parecía complicado. Max Verstappen, piloto de Red Bull quería recuperar los lugares que perdió por la sanción y no le importaba quién sufriera por eso.
Lewis Hamilton se cruzó en su camino y en la vuelta número cuatro, ambos pilotos terminaron saliendo de la pista.
Hamilton tenía que recuperar posiciones y lo hizo de la mejor manera: corriendo y confiando en su equipo. Aquí entra Toto Wolff, jefe de la escudería Mercedes, que, una vez más, le ganó la estrategia a su contraparte de Ferrari, Mattia Binotto cuando un error en su parada en pits terminó por mandar a Charles Leclerc hasta la quinta posición. El tiempo y el ritmo no le alcanzó al joven más que para un cuarto lugar.
Una vez que Hamilton logró posicionarse en el primer lugar, no lo dejó. Vettel fue incapaz de superarlo y de hecho, en más de una ocasión, tuvo que defender el segundo puesto ante un Valtteri Bottas que sigue sin rendirse en el campeonato.
En el podio que según ha dicho más le gusta, Lewis pudo festejar y la gente se le entregó así como él a ellos.
Una vez que recibió su trofeo sacó una bandera de México y la ondeó con alegría. Se puso un sombrero de charro y compartió su botella de champaña con el público que estaba en la pista y se adueñó de ese espacio como lo hizo de la carrera.
La Fórmula Uno tiene muchas historias, muchos campeones, 20 pilotos en la parrilla, pero solo un Lewis Hamilton. El que hoy por hoy es el más grande y para que alguien lo alcance en títulos, tendrá que hacerlo primero en la pista.
AJ