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Landín y Arellano, refugiados en Costa Rica

La Liga MX les cerró las puertas, pero los futbolistas continúan sus carreras en el Herediano de la competencia tica

Alguna vez los nombres de Luis Ángel Landín y Omar Arellano representaron el futuro de Pachuca y Chivas, respectivamente. Fueron promesas que tuvieron todo para destacar incluso en Selección Nacional.

El futbol y la vida les dieron un golpe duro, pues para ambos se acabaron las oportunidades de seguir jugando en su país, tuvieron que retirarse momentáneamente y ahí ambos encontraron la mayor enseñanza de su carrera. Son historias paralelas de dos futbolistas mexicanos que hoy vuelven a sonreír, que hacen lo que más les gusta, pero ahora en Costa Rica

Ambos defienden la playera del líder de la competencia tica, el Herediano, que recientemente enfrentó a Tigres en la Liga de Campeones de Concacaf.

Landín y Arellano cuentan esa historia desconocida del momento de su retiro, cómo fueron esos meses en donde el futbol se acabó para ellos.

Luis Ángel sufrió problemas graves de depresión y alcoholismo que lo llevaron a tocar fondo, recibió la oportunidad de jugar con el Pérez Zeledón, un equipo chico en aquel país, y consiguió brincar al Herediano. 

Arellano reconoció que por su cabeza pasó la idea de que el futbol había terminado, pero Herediano se ha convertido en su nueva casa. Ambos reconocen tener una nueva perspectiva de la vida. Son otro ejemplo de aquello que pudo ser, pero al final no cuajó.

Especial/ Érick López

LUIS ÁNGEL LANDÍN

— ¿Qué pasó cuando te quedas sin equipo en México?

— Pienso que el futbol me tenía desilusionado totalmente, llegó un momento en donde la ilusión no estaba, no veía un motivo por el cual seguir en el futbol, ya no quería. Me afectó demasiado no tener equipo, estuve en crisis, una depresión fuerte, el futbol es mi vida, es lo que he hecho siempre. Acepto que tomé muchas malas decisiones, me pegó fuerte quedarme sin equipo y sin trabajo, se me rompen muchas ilusiones, pero no busqué culpables, el único culpable soy yo y el único que se ha levantado soy yo.
 
— ¿En qué te refugiaste?

— Estaba viviendo en Morelia con mi familia, me encerré ahí y mi cabeza empezó a pensar muchas cosas, pensé en poner alguna academia o ir a algún club. Tuve momentos difíciles, tuve problemas de alcohol, que fueron fuertes, no me pesa decirlo, ahora todo eso quedó atrás; no lo digo con el afán de causar lástima, que digan que fui un borracho no me importa cómo me tomen, a los únicos que les tengo que demostrar es a Dios y mi familia.
 
— ¿Cuál fue el aprendizaje?

— Son muchas cosas, entendí que el futbolista mexicano está en una zona de confort muy grande porque tenemos buenos contratos, te tratan como rey y te tienen todo, la vida de un futbolista es algo irreal, es algo que no existe. Cuando dejé de jugar me tocó hacer todo lo que hace cualquier persona, sacar mi licencia, hacer filas para todo, estaba viviendo otra vida, otra cosa; no me arrepiento de todo lo que pasé, no rechazaría lo que pasé o a mi familia, todo lo valoro mucho más.
 
— ¿Qué significa Herediano y el futbol de Costa Rica?

— Este futbol me regresó la sonrisa a la cara, las ganas de seguir jugando. Hace unos años ya no quería saber nada del futbol, tuve momentos complicados, puedes perder todo y lo más importante es tu familia, tus seres queridos. Ya cuando no ves eso estás tocando fondo totalmente. Le doy gracias a Pérez Zeledón y Herediano por permitirme volver a disfrutar.

Época dorada. Landín festeja el título de la Liga de Campeones de Concacaf obtenido con los Tuzos hace 11 años. ESPECIAL

OMAR ARELLANO

— ¿Cómo fueron estos meses sin tener equipo?

— No es fácil recibir la noticia de que no tienes equipo, después de 12 años ininterrumpidos de jugar profesionalmente que te corten así no es fácil, debes asimilarlo y madurar. Los primeros dos o tres meses fue jodido, no fue fácil, no estaba a gusto, tuve que tomarlo con mucha madurez, me apoyé en mi papá (Omar Arellano Nuño) que le pasó algo similar. Mi esposa y yo ya estábamos pensando en poner un negocio, tienes que ver otros caminos, me mantuve entrenando por mi cuenta o con las Leyendas del Guadalajara, entendí que debes luchar, que esto se va rapidísimo.
 
— ¿Te reprochas alguna decisión en tu carrera?

— Ninguna decisión, todas han sido acertadas en su momento, al futbol ni qué decir, no tengo nada que reprocharle, no le podría reprochar nada, me ha dado todo, menos me reprocharía algo a mí, siempre he sido muy profesional y serio con mi trabajo, lo he disfrutado al máximo en estos 13 años de carrera.
 
— ¿Qué pasó en estos años que no te pudiste consolidar en varios equipos?

— Es cuestión de uno, debes de ser positivo, dejar atrás lo que ha pasado y echar culpas a los demás, a la cancha, al entorno, no ayuda. Debes trabajar para mejorar, recordar los buenos momentos, tienes que ver lo que se hizo mal para que no se repita. Jugar en el Ascenso fue difícil, pero son enseñanzas y debes aprender de eso y ver cómo puedes mejorar para ver qué haces bien o mal.
 
— ¿Qué significa la oportunidad que te ha dado Herediano?

 — Siempre estaré agradecido, el estar parado y que te den una oportunidad habla bien de quien te da la oportunidad, representa ilusión y compromiso porque como extranjero y refuerzo debes dar resultados inmediatos. Estoy muy contento aquí, me gustaría quedarme, ser referente, hacer una buena conexión. Por hambre no me faltará, tengo que dejar atrás esos fantasmas de que si jugaba o no, recuperar esa confianza que tuve, olvidarme de todo lo que pasó en el Ascenso y recordar lo que haces.

Promesa. Omar Arellano era la gran apuesta de Chivas tras la partida de Javier Hernández al Manchester United. ESPECIAL
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