La duda de Joao Félix
Joao Félix pintaba para ser figura esta temporada, pero quedó en segundo plano
La confianza de Joao Félix en su talento es inalterable, consciente de todo lo que puede ofrecer, mientras divisa su estreno en la Eurocopa 2020; otro examen en su vertiginosa carrera, siempre bajo los focos entre los vaivenes de su maduración, las dudas de su inconstancia y los destellos de su calidad.
Campeón con el Atlético de Madrid, pero protagonista secundario en tal conquista, por debajo de la transcendencia de Luis Suárez, Marcos Llorente, Jan Oblak, Stefan Savic, Ángel Correa o Yannick Carrasco, más suplente que titular desde enero, su tobillo derecho, víctima de insistentes golpes y un esguince en el esprint final frente al Betis, lo han mermado visiblemente durante todo 2021.
"Cuando sufrí la lesión me impidió un poco seguir jugando y hacer mi mejor juego, pero me quedo con los buenos recuerdos y con este título", expresó después de ganar la Liga con el club rojiblanco, relegado al banquillo por una dolencia que no le ha permitido ser todo lo que es, ni siquiera acercarse a su versión más determinante, a aquella que ofreció cuando comenzó el curso, cuando hizo de líder del equipo con 21 años y un fútbol incontestable.
En los primeros cuatro meses de la temporada, Joao Félix lució tanto o más que su Atlético, imparable en su campeonato, sobre todo al principio. El atacante portugués marcó cinco goles y dio tres pases de gol a sus compañeros en las primeras siete citas. A ello añadió dos tantos al Salzburgo y uno al Bayern, hasta diciembre.
El problema es que luego terminó la temporada con nada más dos goles más, uno de ellos en Villarreal, con aquel gesto hacia el banquillo, dirección a Diego Simeone, que dio la vuelta al mundo entonces. También dio la asistencia que impulsó la remontada crucial de su equipo frente al Osasuna en el penúltimo compromiso por la Liga (2-1), cuando su conjunto se sentía contra las cuerdas.
En todo 2021, de los 27 partidos posibles, él jugó 21 (los otros seis se los perdió por lesión, sanción o Covid-19), pero nada más ocho de titular, nada más dos completos, por los trece que partió desde el banquillo, desde la suplencia constante a la que fue relegado y que desató la reacción de rabia que surgió en Villarreal.
En los seis últimos choques, cuando su equipo se jugaba el título, la suplencia fue su hábitat inamovible, quizá por el tobillo o quizá, también, porque había perdido la titularidad que sí mereció al inicio de campaña, superado de forma rotunda por la aportación de Ángel Correa, revelado como una de las figuras del final liguero.