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La ciudad blindada

En Minnesota, las fuerzas federales han desplegado un operativo con mil 700 elementos, el más grande en la historia del Super Bowl 

Tanques, militares, barreras de acero y concreto armado. Perros y escuadrones antibombas. Esta podría ser una sede del ejército o un entrenamiento militar pero, en realidad, es lo que se encuentra dentro del "Mall of America", uno de los centros comerciales más grandes del mundo y que esta semana es uno de los puntos centrales de Minneápolis al estar habilitado como el Centro de Medios del Super Bowl LII.

En Minnesota se ha dado el despliegue de fuerzas federales más grandes en la historia del Super Bowl, mil 700, esto es en gran parte por que el departamento de policía del estado es de los más pequeños.

Cada día, los más de cinco mil periodistas acreditados para el evento se dan cita en este lugar para realizar sus funciones, sin embargo, la seguridad no sólo debe ocuparse de ellos, si no que debe de trabajar en un lugar que de manera cotidiana reúne a miles de personas que acuden a realizar sus compras, comer o simplemente pasar un buen rato.

Militares y policías resguardan el "Mall of America", el centro de medios del Super Bowl. 

En cada uno de los accesos se encuentra desplegado un equipo integrado por militares, policías, voluntarios y perros entrenados que intentan revisar a todos los que ingresan de la manera menos invasiva posible. 

El centro de la ciudad también se ha convertido en un búnker previo al encuentro que se celebrará el domingo 4 de febrero en el U.S. Bank Stadium, que está ubicado cerca de este punto.

Tanques militares obstruyen las principales calles y avenidas, junto a ellos al menos tres militares con armas largas vigilan cada esquina en esta zona en la que se extiende el "NFL Live" y el "Super Bowl Experience", donde los aficionados se dan cita para sentir y formar parte de esta experiencia. 

Las pesadas botas de combate dejan su marca en la nieve que se encuentra en la calle mientras observan todo lo que sucede a su alrededor.

Aquí nada es "normal" o "cotidiano". Cualquier detalle es revisado por los elementos de seguridad. Se prohíbe, por ejemplo, el ingreso de los populares "selfie-sticks" y a pesar de las temperaturas de -18 grados centígrados se le pide a los visitantes que se quiten los abrigos, chamarras y, en caso de ser necesario, los zapatos para poder ingresar a estos lugares.

Pero todo esto no es nada con el despliegue que se hará el próximo domingo en el estadio pues, este evento tiene el mayor nivel de seguridad para el FBI. De hecho, el que los Vikings llegaran hasta la final de conferencia resultó una pesadilla para la organización y para ellos pues, acostumbrados a tomar el estadio al menos cinco semanas antes del Super Bowl para prepararlo y repasar las medidas de seguridad, en esta ocasión tuvieron únicamente tres semanas por lo que se trabaja a marchas forzadas. 

La estación del tren ligero que pasa justamente fuera del estadio estará cerrada desde la tarde del viernes hasta las tres de la mañana del lunes 5 de febrero pues está dentro del perímetro de seguridad que se instalará.

Con el reloj acercándose a la hora cero, la seguridad incrementa a cada minuto. Saben que este es uno de los eventos más vistos, no únicamente en Estados Unidos, en todo el mundo y eso lo demostrarán los más de tres mil agentes que estarán de pie desde temprana hora con tal de "proteger y servir" como es su lema a todos los que se den cita para disfrutar del juego favorito de la nación.

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