Un tributo a la memoria
La ceremonia inaugural de los Juegos Panamericanos tiene como eje central el recuerdo que dejó la dictadura de Pinochet
Santiago de Chile dio inicio ayer a los primeros Juegos Panamericanos de su historia con una ceremonia en la que buscó exaltar su diversidad geográfica y cultural, y apeló a la unidad del continente en el mismo escenario en el que hace 50 años una sangrienta dictadura dejara profundas heridas que persisten hasta hoy en la nación sudamericana.
Se trata del evento deportivo más importante que le tocó organizar a este país de geografía angosta, situado entre la Cordillera de los Andes y el océano Pacífico, desde el Mundial de futbol de 1962.
Con los picos nevados de la cadena montañosa como testigos silenciosos, el Estadio Nacional -llamativamente con sus tribunas incompletas- quedó en penumbras hasta que por la simbólica “Puerta de la Memoria” que homenajea a las víctimas del régimen de Augusto Pinochet (1973-1990) ingresó la nadadora cinco veces olímpica Kristel Köbrich con la antorcha panamericana y el fuego nuevo que se encendió hace unas semanas en Teotihuacán.
La leyenda “un pueblo sin memoria es un pueblo sin futuro” brilló en un cartel a espaldas de la atleta,
El coliseo fue escenario de hazañas deportivas, pero su nombre también está ligado a las atrocidades cometidas durante los primeros meses de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Se estima que entre 20 mil y 40 mil personas pasaron por el estadio hace medio siglo, cuando la dictadura pinochetista lo habilitó como centro de detención, tortura y ejecuciones.
La llama luego pasó por las manos del medallista olímpico en tiro Alfonso de Iruarrizaga, el ex futbolista Iván Zamorano, los campeones olímpicos de tenis Fernando González y Nicolás Massú y Lucy López, de 93 años, primera medallista chilena en unos Juegos Panamericanos, quien encendió el pebetero mientras decenas de drones dibujaron en el cielo imágenes alusivas a la diversidad cultural del continente.
Una fiesta musical
Un solo de batería de Juanita Parra, integrante del legendario grupo de rock local Los Jaivas, puso fin a la espera de cuatro años y dio la bienvenida a más de seis mil 900 deportistas procedentes de 41 países dio inicio de la ceremonia. Le siguieron varios grupos folclóricos y más rock con Los Jaivas, Los Bunkers y Los Tres.
La fiesta panamericana se cerró con la presentación del músico pop colombiano Sebastián Yatra, que cantó varios de sus éxitos como "Traicionera" y "Energía bacana" envuelto con una bandera de Chile.
Varias decenas de bailarines representaron la diversidad geográfica y cultural de Chile antes de que los versos de poemas de Pablo Neruda (1904-1973) y Gabriela Mistral (1889-1957), en la voz de la actriz local Amparo Noguera, invadieran el recinto deportivo.
“Nos dicen que somos parte del fin del mundo, hoy los invito a invertir la mirada, a mirarla desde otro lugar. Chile es Sur y es ahora y es el futuro. Chile es donde comienza el mundo”, dijo Noguera.
Al ritmo de la canción oficial de los Juegos “A la cima”, interpretada por la rapera chilena Ana Tijoux y el grupo de hip hop local Movimiento Original, Argentina inició al desfile de los atletas, que en un hecho inédito se trasladaron en metro desde la Villa Panamericana al estadio.
Los anfitriones, encabezados por sus abanderados, la nadadora cinco veces olímpica Kristel Köbrich y Esteban Grimalt, del voleibol playa, cerraron el recorrido de los competidores arropados por un estruendoso grito de "Chi-chi-le-le" que bajó de las tribunas.
AP
Chile, el punto de encuentro de las Américas
El presidente de Panam Sports, Neven Ilic, destacó ayer que Chile se constituye en el “punto de encuentro de las Américas”, al inaugurar junto al presidente chileno, Gabriel Boric, los XIX Juegos Panamericanos 2023 que se disputan en Santiago.
“Santiago de Chile, Chile hoy día es el punto de encuentro de las Américas, el punto de encuentro y de gran unión donde los deportistas de América, los más grandes deportistas están acá en nuestro país”, sostuvo Ilic.
El presidente de Panam Sports resaltó el orgullo que siente de ser chileno y de inaugurar en su patria los juegos más grandes de América, lo que fue posible gracias al trabajo de muchísimos profesionales de distintas áreas.
Dirigiéndose a los deportistas, Ilic señaló que ésta es su fiesta y es “un homenaje al valor, al trabajo que nos dejan todos los días”.
También destacó el trabajo de los más de 11 mil chilenos que son voluntarios en los Juegos y que están ahí para ayudar a que la fiesta de los Juegos Panamericanos sea aun más linda.
Antes de Ilic habló el ministro del Deporte chileno, Jaime Pizarro, quien resaltó que en su recorrido por Chile, “el fuego panamericano ha transmitido amistad, compañerismo y unidad y fue saludado por quienes habitan esta tierra llena de contrastes”.
EFE
CT