Ídolos efímeros
Conseguir un éxito deportivo lleva en muchas ocasiones a la inmortalidad, pero otras circunstancias desfavorecen a aquellos cuyas glorias quedaron en el olvido
El mundo del deporte nos ha contado infinidad de historias y ha encumbrado a una gran cantidad de ídolos, pues muchos personajes destacados han ganado notoriedad gracias a sus hazañas y conquistas.
Sin embargo, esta fama muchas veces puede ser efímera, pues con el paso de los años o la toma de malas decisiones, el recuerdo de los que alguna vez fueron ídolos se va perdiendo hasta prácticamente desaparecer.
Por eso es que hoy te contamos la historia de atletas que fueron venerados en sus respectivas disciplinas, pero que hoy en día no gozan del reconocimiento y fama que anteriormente ostentaron.
Soraya Jiménez
Hace 20 años se convirtió en la primera medallista de oro mexicana en unos Juegos Olímpicos (Sídney 2000), y lo hizo dentro de un deporte como el levantamiento de pesas, disciplina en donde el país no se caracteriza por tener grandes resultados en esas instancias. En su momento su logro fue aplaudido por todo México, pero años después murió en el olvido de las autoridades deportivas y del mismo pueblo.
Tomás Carlovich
Tomás Felipe Carlovich, o simplemente “El Trinche”, es una de las tantas leyendas que se cuentan en el futbol argentino. Aunque no hay mucho registro de sus hazañas se cuenta que fue demasiado talentoso, esto al grado de que alguna vez lo expulsaron, pero el árbitro echó para atrás su decisión ante la molestia de ambas aficiones. Falleció este pasado viernes tras complicaciones por un golpe en la cabeza sufrido luego de un asalto.
James "Fly" Williams
James Williams es luz y sombra, pues así como fue un virtuoso jugador de basquetbol y una leyenda del Streetball (baloncesto de calle) en Nueva York, también terminó inmiscuido en problemas de drogas, tanto de consumo como de tráfico, encarcelado por esto último. Una estrella que no brilló más al ser opacada por la indisciplina y las malas decisiones.
"Pistol" Pete Maravich
La historia de Peter Maravich es tan increíble como triste, pues a pesar de que revolucionó el basquetbol en los setenta y muchos consideran que contaba con lo necesario para ser el mejor de la historia -por encima de Jordan-, al final sus conductas autodestructivas (el alcoholismo) lo volvieron “el gran juguete roto del baloncesto”. Ingresó al Salón de la Fama en 1987 y murió a inicios de 1988.
Jorge "Mágico" González
En palabras del mismísimo Diego Armando Maradona, su amigo Jorge Alberto González siempre jugó mejor al futbol que él. Se trata de un salvadoreño que prefirió su vida bohemia y de excesos antes que jugar para los mejores clubes de Europa. A pesar de su desdén, su talento le alcanzó para actuar en España, país en donde se enroló con el Cádiz, un equipo en donde podía mezclar su buen futbol con sus indisciplinas.
Felipe "Tibio" Muñoz
A 52 años de su coronación en México 68, Felipe Muñoz aún se presume como el primer y único nadador mexicano que se cuelga una medalla de oro olímpica. El “Tibio” apenas tenía 17 años cuando se impuso en la prueba de los 200 metros pecho, misma en la que superó al entonces campeón del mundo Vladimir Kosinski. Su hazaña es uno de los mayores logros del deporte nacional, sin embargo, el tiempo ha sepultado su recuerdo.