Dalia Ramos, con la excelencia en mente
La ingeniera mexicana cumple con una función fundamental dentro de la escudería francesa Alpine
Desde la reestructuración del grupo Renault, la escudería Alpíne ha sorprendido a varios al colocarse en los primeros puestos del campeonato de constructores y eso no es casualidad y es, en gran parte, gracias al trabajo de una mujer mexicana llamada Dalia Ramos.
La ingeniera de 34 años llegó a la escudería hace año y medio para estar al frente del área de Construcción y Pruebas (Build and Test) y desde entonces Alpine ha estado peleando por el top 5 del campeonato.
Desde el Paddock del Autódromo Hermanos Rodríguez, en su primera carrera viajando con el equipo, Dalia habló con EL INFORMADOR sobre cómo ha sido este viaje que inició desde el 2010 y que ahora la ha llevado a la F1.
¿Qué sientes de estar en el Gran Premio de México?
-Es muy emocionante poder estar aquí en el Gran Premio de México, en mi país, con mi equipo, con mis carros que les he puesto tantas horas de trabajo.
¿Cómo ha sido tu experiencia, como mujer, trabajando en la Fórmula Uno?
-Como mujer es algo que toda mi vida he hecho, estar en industrias predominantemente de hombres entonces, hasta cierto punto, para mi es más emocionante un trabajo que el anterior y no hay nada que encuentre particularmente diferente. Es un trabajo que tiene muchísima visibilidad hacia afuera y me da mucho gusto que creo que puede influenciar a las siguientes generaciones y tener un impacto muy positivo y también en el país y eso me encanta.
¿Cómo iniciaste tu camino en Fórmula Uno?
Tengo un año y medio en Fórmula Uno. Siempre me han gustado los autos y siempre estuve coqueteando con la idea de trabajar en la industria automotriz. Empecé con productos de consumo, cuando me fui a Inglaterra e intenté entrar en la industria automotriz y terminé en la industria aeroespacial que también es padrísima y cuando busqué un cambio regresé a la automotriz porque era lo que siempre había querido hacer.
Más que enfocarme a la Fórmula Uno estaba buscando un tipo de puesto en particular. Más que enfocarme en la fórmula Uno, quería estar en un grupo grande de producción y poder liderar un equipo grande de personas en esa industria y fue lo primero en lo que me enfoqué en eso, pero luego pasó que era en la Fórmula Uno e hizo como el ‘match’ perfecto.
¿Encontraste alguna barrera al llegar a la Fórmula Uno en cuestiones de género?
No ha sido una barrera diferente a la que haya encontrado a otras industrias no lo encontré particularmente más difícil o muy diferente. Creo que como mujer cuando intentamos entrar a esas industrias siempre habrá algunas montañas que intentar escalar al principio, pero ahorita Fórmula Uno tiene muchas ganas de cambiar todo eso y está poniendo muchos esfuerzos y nos están abriendo el espacio y nos están diciendo háganlo y el hecho de tener esa voz es algo que a mí me encanta y es una oportunidad de oro".
¿Cómo llegas a la Fórmula Uno, a Alpine y cuáles son tus responsabilidades?
- Cuando yo empecé a trabajar, empecé en manufactura y creo que fue mi primer trabajo, lo busqué para ahorrar dinero para viajar. No tenía definido si quería dedicarme a la investigación. En el 2010 estaba terminando la carrera y mi motivación era ahorrar, viajar y después ver hacer con mi vida, pero en el momento en que entré a la fábrica me encantó, me encantó la idea de trabajar con mucha gente, soy muy social. Cuando llegué a mi primera fábrica y vi que había un líder que la gente respetaba, eso se convirtió en un sueño, en quiero llegar un día a ser ese líder que pudiera tener un impacto positivo y que tenga la credibilidad del equipo.
Empecé a trabajar para llegar a ser esa persona, actualmente tengo la mitad de operaciones, pero estoy a cargo del ensamblaje, mantenimiento del auto, las pruebas mecánicas y creo que mi liderazgo es muy enfocado en darle al equipo lo que necesita, que ellos estén bien, desarrollarlos y creo que los resultados técnicos vienen de manera secundaria cuando la gente está bien y tienen todo lo que necesitan para hacer su trabajo.
Cuando yo entré a Alpine, mi departamento acababa de formarse y estaba en una posición un poquito difícil por la reestructura, entonces digamos que el reto es y era muy grande el de reconstruir el departamento, hacerlo uno mismo y llevarlo al siguiente nivel y eso es algo que me enamoró. Poder dejar mi marca y que haya un antes y un después de Dalia y que la gente del equipo hablara de mi y se quedara mi legado como algo positivo. Eso es lo que más me ha enamorada del reto. Hemos avanzado de manera positiva, aún falta mucho, creo que ha sido el reto más bonito y grande de mi carrera.
¿Cómo administras el tope de gastos?
-Ha sido una de las actividades que ocupa más mí tiempo, desde preparar los presupuestos que todo el tiempo está cambiando y tenemos que acoplarnos a las decisiones que son un poco de último momento y con la FIA, pero todo tiene que estar perfectamente planeado, nos sentimos más restringidos. Hay mucha ansiedad porque a veces dicen solo podemos comprar un número de piezas aunque sabemos que quieren más, pero también es manejar esa ansiedad de la gente, mientras trato de administrarlo, de planear para el siguiente año y seguir reduciendo los gastos. Es un ejercicio muy interesante, lo disfruto y hace todo más interesante.
¿Qué es lo que más te gusta del trabajo y qué retos has tenido?
Cuando yo entré a Alpine, mi departamento acababa de formarse y estaba en una posición un poquito difícil por la reestructura, entonces digamos que el reto es y era muy grande el de reconstruir el departamento, hacerlo uno mismo y llevarlo al siguiente nivel y eso es algo que me enamoró. Poder dejar mi marca y que haya un antes y un después de Dalia y que la gente del equipo hablara de mí y se quedara mi legado como algo positivo. Eso es lo que más me ha enamorada del reto. Hemos avanzado de manera positiva, aún falta mucho, creo que ha sido el reto más bonito y grande de mi carrera.
¿Cómo esperas que se comporte el auto este fin de semana?
-Ojalá que muy bien, obviamente es uno de los circuitos más retadores para el auto por la altitud de la Ciudad de México, es un reto no solo para el auto, pero para nosotros también, pero creo que hemos hecho buenos avances, que hemos dado grandes resultados y que nos consolidemos en el cuarto lugar.
¿Qué se siente, después de la reestructura, tener al equipo peleando por el cuarto lugar?
-Honestamente, vaya, claro que ha sido un esfuerzo de todos pero el año pasado peleábamos por el quinto, este año vamos por el cuarto. Es muy fácil quedarse en el día a día, pero cuando haces un zoom un poquito hacia afuera y te das cuenta que el equipo está mejorando en el campeonato es algo muy gratificante, es un trabajo de todos, un trabajo de todos, pero es algo que me llena de satisfacción y de orgullo.
¿Cómo diriges a tu equipo para motivarlo y tener a la escudería en esos lugares?
-Dentro de la planta, una de las cosas que he aprendido, es que tienes que demostrarle a la gente que vas a hacer una diferencia para ellos. Hay planes a largo plazo y eso es lo que puede llegar a ser un poco difícil porque la gente no lo ve. Creo que siempre es tratar de hacer un balance entre lo que sí es a largo plazo y asegurarme de que haya esas pequeñas mejoras para que los chavos lo puedan ver pronto y mantener esa motivación y sí es un trabajo que requiere mucha habilidad y mucha paciencia. Son muchas cosas, es muy enfocado a ellos y ellos van a poner todo para dar los resultados y que el auto siga corriendo. A mí me encanta la idea de estar hablando en mi país y poder demostrarles a las generaciones que vienen que no es un camino imposible o que no se puedan cumplir y cualquier oportunidad que yo tenga para motivar a la gente a mi país, para que creamos que podemos llegar a donde queremos creo que es lo mejor que podemos hacer por nuestro país.
¿Qué les dirías a las niñas que quieren dedicarse a la ingeniería?
-Yo creo que ya no hay cosas para niños y para niñas. Algo que hizo mucho la diferencia en mi educación es que mis padres nunca me mencionaron nada para niños y para niñas, nuestros regalos eran un balón, una muñeca y un carrito, entreténgase con lo que puedan y si son los tres al mismo tiempo mejor. Creo que nosotras crecimos, ambas somos ingenieras, y creo que crecimos sin esa idea y creo que ha sido lo más poderoso. Cuando llegas a la universidad y a la industria te das cuenta que sí existe esa diferencia, pero cada vez es menos.
Yo no encuentro nada difícil o que pueda asustar de estar en un ambiente predominantemente de hombres. Hay mucho que aprender de ellos, es muy padre y hay que confiar en que ellas pueden hacer todo lo que se propongan y trabajar muy duro, trabajar siempre, porque al final eso es lo que va a ayudar a que logremos nuestras metas.
¿Qué significa para ti el ‘trabajo duro’?
-Con trabajo duro me refiero a cualquier cosa que hagamos, en los estudios y demás es estar siempre comprometidos y dar lo mejor de nosotros mismos. Algo que a mi mis papás siempre me recalcaron fue: no aceptes nada que esté por debajo de lo mejor que tú puedes hacer, que esa sea tu marca personal, la excelencia.
Patricia Gallardo / Enviada