El oro que motivó a México en 2008

Sin poder evitar la sonrisa, el júbilo y el llanto que se avivaron en su interior tras haber alcanzado la hazaña olímpica, el taekwandoín mexicano Guillermo Pérez celebró una conquista histórica y le dio una gran alegría a todo México por haberse colgado la primera medalla de oro para la delegación azteca en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.

A pesar de que Pérez Sandoval sobrellevó una pelea difícil en la Final frente al dominicano Gabriel Mercedes, segundos después de haber igualado el combate por la presea de oro, el juez le otorgó la victoria por decisión al mexicano y éste se consagró como campeón olímpico de taekwondo en la división de los 58 kilogramos.El festejo no se hizo esperar. Guillermo Pérez sonrió y gritó lleno de júbilo abrazando a su entrenador José Luis Onofre, y no era para menos, pues el esfuerzo de casi una década por fin se vio reflejado en aquel gran éxito conseguido el 20 de agosto de 2008 en el Gimnasio de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Beijing.

Además de haber representado la primera presea dorada de México en Beijing 2008, el triunfo de Guillermo Pérez significó romper una sequía de 24 años sin que un atleta mexicano varón subiera a lo más alto del podio en unos Juegos Olímpicos, pues el último que lo había logrado era el marchista Raúl González en Los Ángeles 1984.

Desde 1999 Guillermo comenzó su camino para integrarse a las competencias de la Selección Nacional de taekwondo, pero fue a partir del año 2004 cuando empezó a destacar en la disciplina obteniendo el noveno lugar en el Campeonato Mundial de Madrid.

Posteriormente, en 2007 conquistó el subtítulo en el Abierto de Holanda. Con ello dio el gran salto para pelear por una plaza olímpica rumbo a Beijing 2008 y obtuvo su pase a venciendo a su compatriota Óscar Salazar, quien había ganado la medalla de plata en Atenas 2004.

Final no apto para cardiacos

Aquel 20 de agosto de 2008 será una fecha que simplemente Guillermo Pérez nunca podrá olvidar, pues además de haber sido una victoria sufrida no apta para cardiacos, representó su mayor éxito en toda su carrera como taekwandoín.

En su camino a la gloria, Guillermo superó en la Primera Ronda 3-2 al británico Michael Harvey y después dio cuenta del afgano Rohullah Nikpai tras derrotarlo 2-1 en los Cuartos de Final.

Ya en la Semifinal, el mexicano demostró nuevamente su talento y se impuso 3-1 al tailandés Chutchawal Khawlaor para avanzar así a la Final y asegurarse una presea olímpica.

El duelo por la medalla de oro llegó y el mexicano lucía ligeramente favorito frente al dominicano Gabriel Mercedes. El combate resultó más apretado de lo esperado. Después de los tres rounds reglamentarios, y pese al intento de desempate con el punto de oro, la pelea terminó igualada 1-1 y los jueces intervinieron para darle la victoria por decisión a Guillermo Pérez.

Luego de haber ganado aquella medalla de oro, Guillermo no pudo repetir su hazaña en el siguiente ciclo olímpico, debido a que sufrió una lesión justo en el torneo clasificatorio rumbo a las Olimpiadas de Londres 2012 y después de ello fue que decidió ponerle fin a su carrera deportiva.

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