El Super Bowl LIII es cosa de hermanos

Este domingo, en la cancha del estadio Mercedes Benz se romperán varios récords; por ejemplo, estará el entrenador en jefe más joven, el del quarterback más viejo y en caso de ganar, Bill Belichick sería el entrenador más viejo en levantar el trofeo Lombardi, pero hay uno que resalta sobre todos los demás y que, quizá, sea aún más complicado de repetir: por primera vez en un duelo de campeonato, jugarán dos hermanos gemelos.

Su presentación ante los medios la hicieron el lunes por la noche, durante el Opening Night. Pelaban por el estrado, como un par de niños que pelean por la atención de sus padres, pero aquí luchan juntos y lo hacen por un trofeo.

Sus nombres son Devin y Jason McCourty y juegan para los Patriots aunque, a sus 31 años, tienen historias muy diferentes. La última vez que defendieron los mismos colores fue cuando jugaron para la universidad de Rutgers en el 2008.

Devin porta el número 32 en su jersey. Conoce el súper domingo de pies a cabeza, ha estado toda su carrera con los de Nueva Inglaterra, ha estado en cuatro Super Bowls y en dos ocasiones ha conseguido un anillo de campeón.

Al otro lado, con el número 30, está Jason que ha experimentado la peor parte de la NFL al haber jugado con los Titans de Tennessee y en uno de los peores equipos de los Browns de Cleveland, sin embargo, todo cambió esta temporada cuando llegó a las filas de los Patriots.

Los hermanos se reunieron gracias a un mensaje de texto que Devin escribió a Belichick en el que aseguraba que “dos McCourtys son mejor que uno”. No se equivocó. Una hora después era el trato estaba cerrado: desde la llegada de Jason, ambos han formado en la defensa de su equipo un muro casi impenetrable.

La ilusión que ambos compartían de pequeños se hará realidad este fin de semana cuando estén hombro con hombro, en el césped, peleando por la gloria que está reservada para unos cuantos en la historia y que tendrán la oportunidad de disfrutar en familia.

JM

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