Chivahermanos tapatíos se van decepcionados (FOTOS Y VIDEO)

Lo que en un principio era canto, alegría y gozó se convirtió en caras largas y, en algunas personas, llanto en su rostro, mientras que otros gritaban desesperados al ver a su equipo de Chivas ser derrotados por Tigres e irse de las manos la posibilidad de conseguir la tan añorada estrella 13.

Al arribo del centro histórico de Guadalajara, las personas se mostraban con la firme ilusión de ver a su equipo campeón. Para algunos, presenciar el juego desde Plaza de Armas significaba compartir la alegría con otros aficionados y unirse en un mismo grito, sin imaginar que terminarían consolándose unos a otros.

A la caída del primer gol del Rebaño que anotó Roberto “Piojo” Alvarado, los rojiblancos se unificaron en un sola voz para festejar por lo alto. Se aventaron cervezas, aguas, hubo empujones y una celebración muy eufórica que les hacía saber, en ese momento, que la trece estaba muy cerca de llegar.

Después vino el tanto de Víctor “Pocho” Guzmán, con el cual no hubo voz suficiente para poder gritar lo suficiente. Personas que no se conocían, se abrazaron; otros que iban con su pareja se fundieron en un beso, mientras que algunas personas cargaban a sus hijos con gran alegría.

Sin embargo, todo eso se fue apagando de poco a poco. En el penal que se marcó a favor de Tigres, a los chivahermanos no les quedó más que mandar sus buenas vibras a Miguel Jiménez, mismas que no sirvieron de mucho pues la anotación fue efectiva para los regios.

Al rededor de la pantalla principal, había otras transmisiones en los puestos aledaños en los cuales también se estaba pasando el partido. A través de ellos, algunos se dieron cuenta primero que el empate para los de Nuevo León cayó por conducto de Sebastián Córdova. Por lo que avisaron a los demás, provocando un golpe anímico entre todos.

A pesar de ello, había gente que se encontraba esperanzada de que en tiempo extra, el equipo lograra levantarse. Hasta que Guido Pizarro terminó por matar con toda ilusión de los rojiblancos, generando en unas personas algunos lloros. 

Para el silbatazo final, la gente se fue esparciendo con lentitud del Centro Histórico de Guadalajara. Sin creer que estuvieron a nada de culminar un semestre muy bueno para el cuadro rojiblanco. El señor Rodolfo González, reconoció el trabajo que logró el profe Pauno y, aunque con tristeza en su rostro, mencionó que no hay nada que reclamarle al serbio.

“Fue un gran torneo, creo que el equipo estaba muy limitado y Pauno consiguió llevarlo hasta la final. Con unos refuerzos de calidad, sobre todo un centro delantero, la próxima campaña podemos volver a soñar”, mencionó Rodolfo.

Se van cabizbajos de la Minerva

En la Glorieta Minerva ocurrió lo mismo, pues en el primer tiempo celebraban de manera anticipada la victoria que nunca llegó y al final fue un silencio sepulcral en uno de los monumentos de la ciudad.

Tristes y cabizbajos algunos aficionados de Chivas abandonaron la Glorieta Minerva luego del gol de Tigres en tiempo extra que los dejo sin el tan anhelado campeonato 13.

Las pantallas pasaron los últimos 30 minutos de los tiempos extra en la Glorieta ubicada en avenida Vallarta.

Cayó el gol de Tigres por parte de Guido Pizarro al minuto 110' y enmudeció a más de 6 mil aficionados rojiblancos.

César Casillas iba caminando pensativo acompañado de su familia de regreso a su casa por avenida Golfo de Cortés, y se quedó con las ganas de observar otro título de su Club Deportivo Guadalajara.

“Nos vamos tristes por el resultado, pero es una realidad que no hay delanteros y hasta donde pudo llegar el equipo, ni modo arriba las Chivas, ojalá que puedan replantearse después de esto”, dijo.

Algunos otros se quedaron y seguían alentando, coreando Chivas, Chivas, y otros cánticos.

Incluso algunos niños fanáticos de Chivas preguntaban a los bomberos y autoridades si iba a llegar el equipo al escenario que los estaba esperando.

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