Bety Camiade: ultramaratonista por accidente
Comenzó a correr a los 40 años de edad; hoy, después de tres lustros en el atletismo, puede presumir que completó el reto de los “4 Deserts”
Beatriz Camiade comenzó a correr a los 40 años de edad, pero hoy por hoy ya puede jactarse de haber competido en las pruebas de resistencia más duras del mundo, pues armada con sus tenis, su mochila y su ánimo, esta madre de familia ha recorrido lugares tan inhóspitos como la Antártida, Camboya o el Amazonas.
Bety, como le gusta ser nombrada, tiene 55 años de edad y muchas ganas de seguir pisando los lugares más recónditos del planeta, ya que no pretende renunciar a este talento que descubrió, de alguna forma, por accidente.
“Yo comencé solamente para bajar de peso. Nunca pensé que terminaría dedicándome a esto, tampoco imaginé que con todas estas experiencias iba a escribir un libro o iba a dar conferencias motivacionales. Todo ha sido muy enriquecedor. Tengo 55 años, pero comencé a correr por primera vez a mis 40, y a veces pensamos que a esa edad ya se nos fue la vida.
“Yo diría que sí soy ultramaratonista por accidente. La vida me fue llevando, pero lo que es más importante es reconocer las oportunidades que nos pone la vida, atender a ese llamado que a veces no imaginamos”, compartió.
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De la colonia a trotamundos
Bety comenzó corriendo en las vialidades de su colonia, su intención solamente era recuperar la figura que perdió tras su último embarazo. Sin embargo, con el paso del tiempo y el paso de los kilómetros, surgió en ella el gusto por adentrarse de lleno en el mundo del atletismo. Posteriormente, esta disciplina deportiva le ayudó para dejar atrás una fuerte depresión en la que cayó.
“No me gustaba correr, empecé aquí en la colonia. Corría cinco minutos, me paraba y volvía a reanudar. La constancia me hizo llegar a correr media hora sin parar, me comenzó a gustar y me interesé en las carreras locales, desde las de cinco kilómetros hasta los maratones. Terminaba con ganas de correr más.
“Alguna vez fui al Maratón de Nueva York y ahí vi un espectacular sobre una carrera que se hacía en el Desierto del Sahara, de 100 kilómetros, como de iniciación. Supe que quería hacerlo, desde niña me llamaron mucho la atención los desiertos y me metí a esa competencia en 2008”, recordó.
En el frío no
Sin embargo, muy a pesar de su gusto por los desiertos, uno de los momentos más complicados de su carrera como ultramaratonista lo vivió completando el reto “4 Deserts”, prestigioso serial de carreras de RacingThePlanet, mismo que implica recorrer cuatro de los desiertos más extremos del mundo: Sahara (África), Gobi (Asia), Atacama (Sudamérica) y la Antártida.
“Lo que más me ha gustado son los desiertos, el calor, porque por ejemplo en la Antártida el frío la verdad es que no… Con esas temperaturas bajo cero, de 30 o 40 bajo cero, sí me resultó sumamente demandante, parecería que hasta el cerebro se congela, no podía disfrutar porque me costaba mucho enfocarme, sobre todo porque me enfermé de neumonía y la pasé mal. No me salí, necesitaba terminar esa competencia para culminar el serial de los cuatro desiertos”, finalizó.
Conferencista y escritora
Hoy, entre las actividades que el atletismo le trajo por añadidura se encuentra su faceta de conferencista y escritora, ya que Bety Camiade comparte sus experiencias a través del libro “Aterrizando Sueños, corriendo aprendí a vivir” y su ponencia titulada “Sólo tú eres dueño de tus pasos y de qué tan lejos quieres llegar”.