Deportes

Adoptan primer protocolo de conmoción cerebral en el ciclismo

Se ha ideado una detección por etapas que permite salir rápidamente de la carrera a los corredores más dañados, sin penalizar a los que intentan alcanzar el pelotón

La Unión Ciclista Internacional (UCI) adoptó ayer su primer protocolo de conmociones cerebrales, un dosier que había abierto hace más de un año y que se relanzó tras el accidente de RomainBardet en el Tour de Francia.

Disparado al suelo a 65 km/h descendiendo, visiblemente en shock, el corredor francés se subió a la bicicleta para recorrer los últimos 90 kilómetros de la Etapa 13, antes de abandonar la prueba por la noche una vez que fue examinado en el hospital.

Su caso ilustra “la dificultad de gestionar las sospechas de conmoción en un deporte de ritmo incesante”, en el que es imposible parar la carrera para evaluar a un competidor que se ha dañado en la cabeza, señaló ayer la UCI en su documento.

De esta forma se ha ideado una detección por etapas, permitiendo salir rápidamente de la carrera a los corredores más dañados, sin penalizar a los que intentan alcanzar el pelotón.

Los siete expertos reunidos desde septiembre de 2019 por la UCI han enumerado señales de “retirada inmediata”, que pueden detectar las primeras personas que lleguen al lugar de una caída, sin necesidad de formación médica.

Convulsiones, vómitos, mirada ausente, lesiones en la cara, desorientación, dolor en la nuca, en la cabeza, visión doble... Todos estos síntomas son “banderas rojas”, sinónimo de abandono inmediato.

Si el corredor parece lúcido, pero el choque ha sido violento y su casco está roto, el primer médico presente en el lugar puede hacer una evaluación acelerada, similar a la que se practica en los deportes colectivos.

“¿En qué carrera estamos? ¿Quién ha ganado ayer? ¿Cuántos kilómetros quedan?”, serán algunas de las preguntas, así como test de equilibrio, palabras a retener y cifras a repetir al inverso.

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