* Previsiones cumplidas
En los ocho partidos disputados hasta ahora dentro de la “Liguilla” del futbol mexicano se ha demostrado la validez, vía de regla, de la hipótesis de Jorge Valdano -consignada el sábado en este mismo espacio- en el sentido de que “el espectáculo -del futbol actual- es menos presencial y más televisivo”: los huecos en los estadios fueron notorios; de que “cada vez importa menos el juego y más el resultado”: algo que pudo comprobarse, particularmente, en el partido en que “Tigres” y Pachuca sólo honraron el supuesto compromiso de gratificar a los aficionados en los últimos diez minutos -después de que el gol de los “Tuzos” despertó a los “Tigres”…
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Felizmente, la aseveración de que “el fútbol es cada día menos juego y más negocio”, fue desmentida en tres partidos: el León-Tijuana en que los “Panzas Verdes” ratificaron el consenso mayoritario en el sentido de que han jugado al futbol mejor que nadie en este campeonato y así lo siguen haciendo en la “Liguilla”… aunque ello no les garantice que vayan a llevarse el gato al agua al final de la película; el Cruz Azul-América del domingo, sobre todo por la vergüenza deportiva de que hicieron gala los “Cementeros” para tratar de sacudirse los fantasmas que los acompañan desde hace ya dos décadas; y el Monterrey-Necaxa, porque el dramatismo y el suspenso con respecto al desenlace estuvo latente hasta el último minuto.
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Los resultados, por lo demás, estuvieron en consonancia con las previsiones mayoritarias: los equipos que llegaron a la “Liguilla” en calidad de grandes favoritos, hicieron efectivos los pronósticos.
Será a partir de la siguiente fase, la penúltima del certamen, que se acrecienten las dificultades para señalar favoritos…
Por una parte, el equipo que mejor lo ha hecho hasta ahora se verá las caras con el campeón defensor (con el que hay que estar, según el adagio, “hasta que pierda”). Por la otra, “Tigres” y Monterrey serán protagonistas de una nueva edición -por partida doble, además- de los “Clásicos” que se han intensificado notoriamente por lo que ha ido de por medio en ellos. Si el más reciente sirvió para dirimir el título de la “Concachampions”, los que se avecinan tendrán el atractivo de que pondrán al ganador a un paso del único título que -dígase en contrario todo lo que se quiera- verdaderamente da y quita en el futbol mexicano.