Cultura

Veinte años en la estirpe de Gutenberg

Páginas de Espuma celebra veinte años dentro del mundo de la edición; en este marco han realizado distintas actividades

Fundados en 1999 por Juan Casamayor y Encarnación Molina, este septiembre la editorial Páginas de Espuma tuvo actividades en México para dar por comenzados los festejos por dos decenios de complicidad con autores, lectores y traductores: “Ha habido una decisión meditada por parte de la editorial que responde a lo que han sido estos 20 años: hemos querido empezar a festejar precisamente en Latinoamérica, en particular en México. En España no lo hemos hecho todavía: se hará, por supuesto. Pero hay una vocación de transmitir a nuestros lectores la importancia de que nuestra editorial está formada en dos orillas, y México es un país muy importante”, compartió en entrevista el editor Juan Casamayor.

En la Ciudad de México tuvieron dos actos: uno con siete autores de la editorial (“repasando un poco en clave de recuerdo y reflexión lo que han sido los 20 años de la editorial, la relación editor-escritor y cómo se ha creado el catálogo”), y otra charla con tres escritoras: Socorro Venegas, María Fernanda Ampuero y Raquel Castro, donde hablaron sobre el cuento y cómo ha sido importante en el catálogo de la editorial madrileña. En Guadalajara festejarán con sus actividades habituales en la FIL, en su próxima edición.

El cuento es uno de los géneros que han encontrado en las editoriales independientes, y que Páginas de Espuma ha tomado como bandera con la publicación de cuentos de autores contemporáneos, pero también de clásicos: “Estamos en las dos orillas geográficas, pero también tiene dos orillas simbólicas: nos interesa muchísimo publicar a contemporáneos actuales, pero nos interesa también mucho publicar a los clásicos. En nuestra especialización en el cuento notamos enseguida que había una ausencia fundamental para el lector: hay infinidad de antologías de Anton Chéjov, pero no había una edición con sus cuentos completos. Esa propuesta (junto con Henry James, Edith Wharton o descubrir autores como Fernando Pessoa o Bram Stoker, que también escribieron cuento) ha ido formando una biblioteca entorno a ediciones de cuentos completos, ordenados cronológicamente y con nuevas traducciones”.

El interés por el cuento es evidente en uno de los premios literarios que convocan, el Premio de Narrativa Breve Ribera del Duero, que ha sido ganado por el jalisciense Antonio Ortuño: “Es uno de los grandes éxitos de la editorial. Nos ha permitido algo que quería: hacer un gran premio con dinero y repercusión en torno a un libro de cuentos. Todos tenemos en la mente premios de novelas, pero no hay uno igual para el cuento. Lo creamos gracias a la generosidad y a la implicación cultural importantísima de Ribera del Duero, donde hay bodegas de vino excelentes. Junto con Ortuño hay otra escritora mexicana, Guadalupe Nettel, y una escritora importantísima, Samanta Schweblin”.

El premio tiene la particularidad de recibir manuscritos sin plica, con el texto y el nombre de los participantes: “Cuando se compite con plica, al final todo el mundo se puede enterar de quién envía su manuscrito a un premio. Nos parecía la forma más sincera, abierta y clara de tener la discusión por el fallo del premio: que los nombres estén sobre la mesa, que el jurado sepa de quién está hablando. Así se puede garantizar la solvencia y transparencia del premio”.

Además del premio, Casamayor nos compartió otros de los grandes logros de la editorial: “La confección de un catálogo que dialoga entre sí. Se ha ido construyendo un catálogo con lecturas, con escritores, escritoras que dialogan. Es una familia donde se discuten ideas, se habla de tipos de cuento, hay amistades. Es un éxito que ha conseguido la editorial desde el que se ha ido creciendo. También es un éxito haber podido contribuir en la difusión del cuento, generar más lectores en estos años”.

Una industria en evolución

Juan Casamayor ha recibido el Homenaje al Mérito Editorial de la FIL en 2017: “Fue un momento maravilloso: es para todo el equipo que hacemos la editorial. Me lo pasé muy bien, ha sido una buena manera para que la editorial esté más presente en México”.

Del lado opuesto a las satisfacciones, como editor también ha afrontado momentos difíciles: “Desde el año 1999, cuando empezamos la editorial, hasta ahora han cambiado algunas cosas, de una forma profunda. Los hábitos de consumo de los lectores han cambiado muchísimo con la irrupción de las nuevas tecnologías, de las redes sociales, el mundo virtual. Todo eso ha hecho que el libro compita con otras realidades, no solo con redes, sino con la televisión a la carta donde se puede ver lo que quieran en cualquier momento. Nuestro esfuerzo es validar la lectura como un ocio importante y protagonista en la sociedad”.

Igualmente, dentro de la propia industria del libro hay evolución. “También ha cambiado el paradigma, ha cambiado la forma en que entendemos los libros. No me refiero tanto al libro en soporte electrónico: el libro digital vende poco, no es sustancial para nuestras cuentas. Pero la irrupción de la venta del libro en papel por canales en internet supone hacer un esfuerzo para trabajar bien con la distribución”.

Junto al Premio de Narrativa Breve Ribera del Duero, Páginas de Espuma convoca otro certamen: el Premio Málaga de Ensayo, que lo han ganado escritores como Ignacio Padilla, Vicente Luis Mora y David Roas: “Igual que con el cuento, quisimos que también hubiera un reconocimiento con el ensayo. Ha sido un poco más difícil, pero hemos conseguido que ya se encuentre en una forma importante con los lectores”.

Los inicios

Juan Casamayor recordó algunas motivaciones para fundar Páginas de Espuma, además de recordar el origen del nombre: “Como lectores del cuento era algo que nos apasionaba: ante todo un editor es un lector. Su materia de edición debe leerla constantemente. Veníamos de la lectura del cuento y nos llamó la atención que no hubiera una editorial en torno al cuento: hay con el teatro y la poesía. Creíamos que era viable, habiendo un buen momento creativo del cuento en español. En los años noventa hubo una primera oleada de editoriales independientes”.

“Páginas de Espuma” proviene de un verso del poeta español Luis García Montero: “Fue profesor en Granada de la editora Encarnación Molina. Son muy amigos. Leyendo su poesía nos encontramos ‘páginas de espuma’ y nos encantó. Hay una editorial previa, Lengua de Trapo, ahora difuminada, pero a finales de los noventa fue una editorial puntera, con autores maravillosos. Nos gustaba mucho el sintagma de Lengua de Trapo: nos parecía que Páginas de Espuma era un nombre muy poético, muy evocador”.

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Autores imprescindibles de Páginas de Espuma

María Fernanda Ampuero, Alberto Chimal, Guadalupe Nettel, Samanta Schweblin, Antonio Ortuño, Edmundo Paz Soldán, Clara Obligado, Rodrigo Blanco Calderón, José Ovejero.

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