Vampiros y nahuales, a la caza de Armando Vega-Gil
El músico de Botellita de Jerez presenta su libro de fantasía en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara
¿Qué tienen en común los nahuales mexicanos y los vampiros islandeses? Armando Vega-Gil tiene las respuestas en “Virgen de medianoche”, su más reciente publicación en la que se aventura a una ficción plagada de secretos familiares, conflictos juveniles y batallas épicas que recuerdan a los códices prehispánicos y el misticismo nórdico.
El escritor y también legendario integrante de la agrupación roquera Botellita de Jerez, señala no recordar en qué momento comenzó a cruzar elementos culturales, teniendo como punto de partida a “Daphne”, una chica gótica que tras plantearse entrar a la prostitución a través de Tinder, descubre todo un mundo paralelo y mágico para tomar las riendas de su vida.
“Lo que recuerdo es que ya estaba sentado escribiendo esta novela. Los procesos de invención, creación y ocurrencia de las novelas a veces son muy difusos. Tenía muchas ganas de escribir yo en libertad sin que estuviera una editorial marcándome el paso sobre la historia, tenía ese ligera idea de Daphne enfrentado a un vampiro como argumento”.
Apoyados por otros peculiares personajes cercanos a Daphne, como su mejor amiga Daniela, su abuela Santajuana de los Mataderos y el poderoso y rico islandés Arinbjörg Adigaard, Armando Vega-Gil expone diferentes tópicos, principalmente, desde la visión femenina de una joven de 16 años que vive diversas circunstancias precarias y que animan al escritor a romper, sin querer, con los clichés convencionales.
“Los personajes se van por rutas que no imaginas, empiezan a generar necesidades, yo sabía que Daphne era una chavita en condiciones económicas amoladas, pero al escribirla decidí que ella sería gótica, fue un alumbramiento de voluntad extraño. No lucho contra los clichés, no hay que preocuparse por los lugares comunes, siempre hay estereotipos y eso te permite romperlo si tienes claro qué estás escribiendo, encuentras vías alternas de creación”.
¿En qué momento surge la idea de mezclar elementos prehispánicos e islandeses? También fue una casualidad de la mente de Armando Vega-Gil, quien recientemente había visitado Islandia y decidió recurrir a esos paisajes y también de su misticismo y leyendas y encararlas a la cosmovisión del antiguo México en la era del Mictlán.
“Pensé en la posibilidad de que uno de los personajes se convirtiera en nahual, investigué los códices, los guerreros y sus representaciones de deidades, aterrizar eso en tatuajes. Descubrí que tenía muchas posibilidades de unir a la mitología prehispánica mexicana y con un vampiro islandés, un choque cultural interesante”.