Vale la pena leer poesía; un poema al día no hace daño: Felipe Garrido
El escritor jalisciense fue reconocido en el ciclo Protagonistas de la Literatura Mexicana
El narrador, ensayista, cronista y traductor Felipe Garrido (Guadalajara, Jalisco, 10 de septiembre de 1942) aseguró convencido por su experiencia que lo más importante de la lectura es que tratemos de construir la comprensión del texto, al tiempo que reconoció que entender poesía, a veces, es muy difícil.
“Vale la pena que cada uno de nosotros se ponga a prueba leyendo poesía: Leer un poema al día no hace daño, es una dosis tolerable”.
Por eso, “vale la pena que cada uno de nosotros se ponga a prueba leyendo poesía: Leer un poema al día no hace daño, es una dosis tolerable”, subrayó en el Palacio de Bellas Artes, ante colegas, amigos y alumnos al ser reconocido por la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Al ser personaje central durante la sesión del gustado ciclo “Protagonistas de la Literatura Mexicana”, Garrido compartió sus experiencias en las letras al confirmar que con el paso del tiempo se le ha desarrollado esa capacidad de comprensión con sus propios cuentos “que son tan breves, que pueden caber dos en una página”.
Explicó que al ser editados, sus poemas bien pueden acomodarse hasta 23 en 10 páginas. “Si uno lee 23 cuentos de corrido, en ocho o 10 páginas, se corre el riesgo de indigestarse porque aunque sean breves, cada uno de ellos es algo que está completo, lo mismo que mis poemas, que por lo general también ocupan espacios muy breves”.
De acuerdo con su experiencia, cuando se lee un cuento o poema breve, hay que darse tiempo para la asimilación, dejar que esa lectura se acomode y se ponga en orden en nosotros. “Después, podremos leer algo más, porque si nos atiborramos, el riesgo de indigestarnos es muy alto”.
Garrido comentó que siempre ha tratado de acercar a la gente a la lectura, y que ha tenido la suerte de formar parte de empresas afines. “Fui Gerente de Producción de la colección SepSetentas, luego tuve el mismo puesto en el Fondo de Cultura Económica (FCE) y por seis años dirigí Rincones de Lectura”, recordó el profesor en diversas instituciones.
En su calidad de profesor, acotó que hay poetas de todas clases y tendencias, por lo que se está formando un nuevo panorama en la poesía mexicana. “Algunos de mis alumnos han comenzado a escribir poesía y eso me asusta, porque va a multiplicarse el número de poetas en forma que no sé qué pueda pasar”, agregó con su característica sonrisa.