Cultura

Un mosaico de bailes tradicionales

El coreógrafo y escultor Rafael Zamarripa llega con el Ballet Folklórico de la Universidad de Colima al Conjunto Santander de Artes Escénicas 

El Ballet Folklórico de la Universidad de Colima llega este fin de semana al Conjunto Santander de Artes Escénicas, de la mano de su fundador y director Rafael Zamarripa, para presentar el espectáculo “Legado que trasciende”.

“Jaraberos de Nochistlán”, “Huapangos” y “Perro de fuego” son algunas de las piezas que bailarán, además de un popurrí mexicano. Vía telefónica y después de su gira por Estados Unidos donde tuvieron varios llenos, el coreógrafo y escultor tapatío platicó sobre el programa elegido:

“Creemos que con el repertorio se da una clara muestra del tipo de bailadores. No es tanto la región, sino cómo se interpreta cada región. Los jóvenes que van a ir bailando, cantando y tocando empezaron desde muy jóvenes, desde niños con nosotros. Están acostumbrados a ser muy exigentes con sus manifestaciones. Creo que quien vaya a vernos va a salir con una clara idea de que la juventud que está interpretando esos bailes tiene una gran calidad”.

En total habrá 80 talentos en escena, aproximadamente,  entre bailadores, un grupo de coro y músicos, por lo que se vislumbra un gran espectáculo y Zamarripa lo confirma: “Lo que tengo por seguro es que quien vaya a vernos actuar saldrá alegre de ser mexicano”.

Memorias tapatías

Fue en 1980 cuando Zamarripa fundó el Ballet Folklórico de la Universidad de Colima, luego de haber fundado el de la Universidad de Guadalajara dos décadas antes. De sus recuerdos de Guadalajara, el artista dijo: “Nací muy cerca del Teatro Degollado. Hice el ballet de la UdeG. Con ellos nos fuimos hasta Alemania, bailamos en la ceremonia de los Juegos  Olímpicos. Fue muy compleja, no querían que bailáramos en un piso maravilloso, el tartán”.

Así, el coreógrafo y también escultor se enfocó en la docencia de este arte, que para él es “un maravilloso placer al trabajar con jóvenes, que desde muy niños empiezan a zapatear con los mayores. Son generaciones con una idea muy clara de lo que queremos lograr con ellos, es maravilloso verlos bailar”.

Con su amplia experiencia como coreógrafo y director, Rafael tiene algunas recomendaciones para los jóvenes que se interesen por el arte: “Los que han bailado conmigo la filosofía es bailar como si fuera la última vez en la vida. Hay que interpretar, entregarse completamente con todo el vigor, con toda la energía, con la alegría de estar bailando algo que apasiona. Es maravilloso ver bailar a los jóvenes con tanta energía… Igualmente, los docentes que enseñan a bailar a otros, a los niños, deben de hacerles sentir que son privilegiados: es un don que debe de agradecerse”.

Su lado plástico 

Además del arte del ballet folklórico, Rafael Zamarripa también tiene la formación de artes plásticas, con énfasis en la escultura. Su profesionalización en este oficio está ligado también al baile: “En Guadalajara una vez nos dijeron que iría a vernos entrenar una señora muy importante. Ella observaba con mucha atención y gusto”. Amalia Hernández era la invitada, quien quedó encantada por su manera de bailar: “Me dijo que me fuera con ella a recorrer el mundo”; luego de viajar con ella “me dejó en Italia, para aprender con el mejor escultor”.

Desde entonces ha seguido practicando esa otra faceta: “Nunca he dejado de hacer escultura, siempre estoy haciendo el dibujo, la base de la escultura: en un aeropuerto, en una terminal, incluso en el avión. Incluso dibujo a otros cuando están bailando antes que nosotros”. 

¡No te lo pierdas! 

Ballet Folklórico de la Universidad de Colima de Rafael Zamarripa, en la Sala Plácido Domingo del Conjunto Santander de Artes Escénicas, sábado 11 de mayo, 19:30 horas, boletos de $300 a $650 pesos en taquillas del recinto o en su página web.

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