Un gallo visita la biblioteca
Simón Cruz lleva su obra al Centro Cultural Universitario
El artista Simón Cruz colocó un par de esculturas en el Centro Cultural Universitario (CCU): una de ellas hace tres semanas en el lobby de la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco Juan José Arreola, y la segunda la pasada semana en la Plaza Bicentenario, con el título de El gallo. Sobre la presencia de su obra en los espacios de la Universidad de Guadalajara, el artista platicó: “Tuve la invitación de una promotora y gestora, Cristina del Moral. Me dio la libertad de proponer una pieza para la biblioteca, se puso y posteriormente empecé a trabajar en otra escultura para el espacio abierto. Queríamos una pieza para el exterior”.
Simón recordó que la directora de difusión del CCU, Ana Mendoza, ha querido hacer de la Plaza Bicentenario un espacio escultórico, pues la pieza exterior de Cruz se suma a otras que ya cohabitan en el lugar. De la temática, Simón aclaró: “No hubo normas ni condiciones, el tema fue libre. Traía la idea de hacer un gallo. En quince días lo hicimos”. El material que escogió fue el acero negro. Con este par de esculturas Simón Cruz tiene ya tres obras de gran formato en la ciudad. Previamente había trabajado en la escultura de pequeño formato: “El año pasado hice una presentación en la Cámara de Comercio, con esculturas en pequeño formato”.
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Sobre la pieza
La escultura El gallo tiene dimensiones de 200x40x380 centímetros, con dos lados que revelan la figura del gallo en donde se aprecian los trazos de un dibujo y que resaltan la geometría de la figura. Un lado mira hacia la biblioteca y el otro al Conjunto Santander de Artes Escénicas.
Sobre el negro del acero hay pintura a la altura del cuello: “La inquietud de mi trabajo es la improvisación, ver cómo fluye y qué requiere la pieza. El espacio es muy bueno, no quería que se vieran las piezas muy limpias, en blanco: quería que tuvieran una dinámica, una fortaleza que da el color, da energía. En un espacio tan grande hay que hacerla que luzca por sí misma, tenía esa necesidad de color”.
El camino de Simón en las artes plásticas comenzó en la pintura, para luego incursionar en la escultura: “Me dio muchísima inquietud aprender la escultura, me metí a estudiar. Empecé con pequeño formato, tendré unas 500 piezas ya de madera con bronce. Salió esta propuesta de trabajar formatos grandes. Escogí el acero, es más trabajable que el bronce, que es un poco más rebuscado, más difícil por el movimiento (y es más caro)”.
La otra pieza la colocó en marzo pasado, con el título de El rancho, que se encuentra en la plazoleta en el cruce de Avenida Lázaro Cárdenas y Avenida López Mateos. El protagonista de esa pieza es un perro, que se liga con la temática de los animales de El gallo en la Plaza Bicentenario: “Fue un homenaje a la mascota que tuve hace años, es un homenaje a esa amistad incondicional. El gallo es una referencia al amanecer, al nuevo día, al canto”.
Su trabajo con figuras animales está presente también en sus obras de menor formato: “Me gustan mucho los nahuales, este tipo de personajes imaginarios que no se sabe si son un hombre o un animal. Siempre se maneja con la imaginación muy libre, creo que se representa en las piezas”.
Para el artista es importante la escultura en espacios públicos: “Que se valore la parte armónica de los espacios. Para mí la estética es fundamental de principio a fin. Tener un espacio bello y ponerle esculturas hace que florezca, sin atiborrarlo: las piezas tienen una función, un conjunto de orden. Eso está en la plaza: tiene la dinámica del espectador, tomándose fotos. Es un espacio bello que se disfruta”.
Sobre el artista
Simón Cruz tiene una trayectoria de 15 años en las artes plásticas, con colaboraciones y exposiciones individuales. Entre sus alianzas recientes está su participación en Barcelona en el VM World, con los skaters Tony Hawk y Rodney Mullen. Alista escultura de gran formato para la Ciudad de México.