Cultura

Capadocia, un paraíso bajo tierra

Descubre uno de los destinos asiáticos más asombrosos, dueño de una historia antiquísima y experiencias que se robarán tu corazón

Al pensar en Capadocia pueden aparecer imágenes de hermosos cielos pintados de tonos naranja, amarillo y rojo del amanecer adornados con los icónicos globos aerostáticos que sobrevuelan las características chimeneas de hadas. Sin embargo, esta región de Turquía guarda aún más tesoros por descubrir: bajo la superficie se esconde un fascinante mundo subterráneo, una red de ciudades e iglesias excavadas en la roca que han cautivado a viajeros y arqueólogos durante siglos.

Un mundo oculto bajo tierra

El viento y la lluvia han desgastado las formaciones de toba hasta formar afloramientos y torres rocosas independientes, llamadas ‘chimeneas de hadas’. Hay muchas estructuras de este tipo en la región entre Nevsehir, Ürgüp y Avanos.

A 12 kilómetros de la ciudad de Nevsehir, hay que agendar una visita al Museo al Aire Libre de Göreme, un complejo de iglesias, capillas y monasterios excavados en la roca, famoso por frescos que muestran arte bizantino. Incluido en la Lista del Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1985, suele ser visitado por más de un millón de personas cada año.

Uno de los edificios más destacados del Museo es la Iglesia Oscura, que data del siglo XII. Muchas de las escenas representadas en las paredes son de la historia del cristianismo y la Torá.

En el complejo, explora también Elmali (la Iglesia de la Manzana), la Capilla de Santa Bárbara, la Iglesia de las Sandalias (que recibe su nombre por las huellas en el suelo que hay frente a su entrada), y la Iglesia de San Basilio, en cuyo ábside principal se encuentra una representación inusual de Jesús sosteniendo la Biblia en su mano derecha. En la parte frontal, hay fragmentos de las figuras de María y del Niño Jesús, mientras que en la pared derecha de la tumba, hay una representación de San Jorge luchando contra un dragón.

La arquitectura de la fe

La vida monástica se ha vivido desde hace siglos, y justamente esta región albergó una intensa actividad de monasterios entre los siglos IV y XIII d.C.

Aunque sencillos en su construcción, los monasterios de Capadocia eran funcionales y únicos, ya que se excavaron en la roca volcánica, integrándose de manera armoniosa con el paisaje. En el nivel inferior se encontraban las zonas comunes, como la cocina y el comedor, mientras que en los niveles superiores se ubicaban las habitaciones y la capilla.

Hospédate en una cueva

Capadocia es una tierra de maravillas naturales y, como tal, invita a vivir experiencias únicas como hospedarse en Argos en Capadocia, uno de los proyectos de transformación más originales del lugar.

Situado en medio del impresionante paisaje, este hotel combina a la perfección la arquitectura tradicional de la región con todas las comodidades modernas. Construido con materiales locales y orientación experta, aquí todo busca integrarse con el paisaje circundante.

Hay 71 habitaciones, cada una diseñada para reflejar la belleza y la historia de Capadocia; suites en cuevas, otras con terrazas con vistas a las formaciones rocosas y al valle que cada mañana se llena de globos de colores. Varias incluyen acogedoras chimeneas, terrazas que invitan a la contemplación o envolventes ambientes de cueva que promueven una experiencia sensorial única. Algunas incluso cuentan con piscinas privadas, el complemento ideal para una escapada romántica.

Probando las tradiciones de Turquía

Argos cuenta con un Spa en el que pueden experimentarse una variedad de tratamientos; entre ellos, el famoso baño turco, también conocido como hammam, que consiste en un ritual que involucra el uso de vapor caliente, agua tibia, exfoliación y masajes para purificar el cuerpo y la mente y que aquí puede vivirse de manera individual o en pareja en un hermoso espacio diseñado para ello.

Para continuar con la inmersión en la cultura turca, hay que probar el restaurante Nahita, en el que se puede degustar la rica herencia culinaria de Anatolia. Empieza con el Meze, una variedad de pequeñas entradas, como hummus, tzatziki y hojas de parra rellenas; Manti, pequeños raviolis rellenos (generalmente cordero o ternera), servidos con yogur, ajo, y una salsa con pimentón; y por supuesto, el Kebap, de los platos más emblemáticos del país, y que en esta región se cocina en barro, lo que le da un sabor único. La carne (generalmente cordero, ternera o pollo) se puede servir con pilav (arroz cocido con diversas especias), yogur y verduras.

Los desayunos en Nahita también son un deleite gracias a un buffet que incluye opciones con ingredientes muy típicos en la cocina turca: pepino, jitomates, aceituna, tahini, quesos, salchicha (sucuk), melón y sandía realmente jugosos. No dejes de probar además el Menemen (huevos revueltos con tomates, pimientos y especias).

El restaurante Seki, que toma su nombre de las espectaculares terrazas del hotel, está ubicado en uno de los monasterios más antiguos y grandes del mundo, justo sobre la histórica bodega de vinos.

El suelo volcánico rico en minerales y abundante luz solar culminan en una región altamente fértil para las uvas, por lo tanto, no dejes de disfrutar una copa de vino galardonado del viñedo del hotel: Nahita Dokya, ya sea junto a la cálida chimenea o en la terraza, admirando las espectaculares vistas. ¡Salud por Capadocia!

Se recomienda volar a Estambul y de ahí hay varios vuelos al día a Capadocia

Moneda local

La moneda oficial de Turquía es la Lira Turca. Es fácil cambiar dólares a liras, o solo obtener liras en los cajeros de los bancos establecidos.

Hospitalidad

La hospitalidad turca es reconocida por su calidez y generosidad. Los turcos suelen recibir a los visitantes con los brazos abiertos, invitándote a disfrutar de un té o café tradicional en las tiendas, o en los locales del emblemático Gran Bazar de Estambul.

La amabilidad y hospitalidad son pilares de la cultura turca, y sin duda, te harán sentir en casa.

CT

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