“Todos hablamos mal del prójimo”: Álvaro Uribe
El escritor es un apasionado de la sátira, la cuál disecciona en su más reciente libro
Hablar del otro es una tentación de la que nadie puede escapar, mucho menos, cuando la intención va llena de crítica, sarcasmo, sátira y hasta envidia, al menos es lo que considera el escritor Álvaro Uribe, quien retoma uno de los géneros más viejos de la literatura, el carácter, para poner sobre la mesa, desde lo personal y colectivo, aquellas cualidades negativas que no molestan del vecino, amigo, familia, compañero de trabajo y hasta de los intelectuales literarios en su libro “Caracteres”.
Tras leer ya hace algunas décadas los caracteres de Teofrasto (discípulo de Aristóteles), Álvaro Uribe consideró retomar el formato de estos singulares retratos partiendo desde su experiencia en el mundo de la literatura y la sociedad mexicana. Todos, en algún momento conocemos o somos el reflejo vivo de arquetipos y perfiles como “El indignado”, “El crítico”, “El sentido”, “El del coche”, “El amigo informador”, “El mitómano”, “El borracho”, “La mamá”, “La señora mexicana” y probablemente también “El tuitero artero” y “El antihollywoodense”.
“Me encantaría haber inventado este género de los caracteres, pero es algo muy antiguo que lo inventó el filósofo griego, Teofrasto, y después en el siglo XVII, lo retomó uno de los moralistas franceses, La Bruyère (…) siempre me quedó la idea del por qué no retomar este género que son una especie de fábula, en la que en vez de tratarse de animales, se trata del hombre, que también es bastante animal”.
Álvaro Uribe puntualiza que este género es uno de los más amables si la propuesta es escribir desde la sátira y burlarse del prójimo y de uno mismo sanamente, aunque reconoce que hacer 49 caracteres o perfiles fue una experiencia igual de complicado como lo puede significar una novela.
“En este libro hay dos grandes grupos de caracteres, unos que reflejan a los personajes de la vida literaria y editorial, el segundo grupo son los caracteres ciudadanos que tienen que ver con la vida cotidiana del mexicano y que relativamente son fáciles de retratar (…) soy víctima de mis propias burlas, no sólo quiero escribir la burlarme del prójimo, yo mismo me puse dentro del libro como alguien digno de burla”.
Tras seis libros consecutivos entregados a la novela, Álvaro Uribe, recuerda que la idea de explorar por primera vez los caracteres era con la intención de alimentar su faceta como columnista, siendo que durante dos años, cada dos semanas creó uno de los perfiles que integra a su nueva publicación.
“Pensé que esto sería más tranquilo que escribir una novela, pero es igual de difícil, es todo un reto, mantener el humor es cada perfil es difícil (…) espero que cualquiera lo pueda leer, pero son cosas muy humanas los caracteres literarios, hay envidias, celos, todos conocemos a alguien así o nosotros somos así, todos tenemos ganas de molestar o hablar un poco mal del prójimo desde la literatura”.