Seguir los pasos de la danza
El bailarín José Ángel Vizcaíno alista su talento y disciplina para formar parte del Tulsa Ballet, en Estados Unidos
El joven mexicano José Ángel Vizcaíno fue aceptado dentro del Tulsa Ballet, en Estados Unidos, luego de graduarse de la escuela de ballet John Cranko, en Stuttgart (Alemania). El tapatío comenzó su educación dancística en la Academia de Danza Doris Topete. Tras terminar sus estudios profesionales, Ángel audicionó para incorporarse a varios ballets en países de Europa y en Estados Unidos. Finalmente recibió el llamado del Tulsa Ballet, una compañía que lo convenció por “los bailarines que tiene, los niveles que hay. Es parte de lo que yo quería. Hice muchas audiciones, la que más me convenció fue la de Tulsa Ballet porque ofrece muchas posibilidades a los jóvenes para escalar, muchas otras piden experiencia y yo vengo de escuela”.
Además de la escuela teutona de JohnCranko, el bailarín ha recibido premios y obtenido primeros y segundos lugares en concursos en Canadá y Estados Unidos, como el gran prix de 2019 en Vancouver.
Con 19 años de edad, Ángel platicó que la vocación de bailarín fue algo que se dio: “No fue planeado. Empecé a los 4 años con la maestra Doris Topete en su academia de Guadalajara. Ella me formó, me impulsó a llegar a otros concursos, a festivales. Empecé desde chico, poco a poco agarré más experiencia, iba a más eventos”.
Fue luego de su primera competencia cuando descubrió que el ballet sería parte fundamental de su vida: “El sentimiento de estar arriba del escenario cambia completamente a estar en los ensayos. Me di cuenta de que era lo que quería: estar arriba del escenario frente a cientos o miles de personas”.
Los concursos fue el espacio donde delineó su carrera, pues en 2016 recibió la beca para estudiar en Alemania durante una competencia. Con quince años de edad, Ángel dejó el país en busca de crecer profesionalmente: “Aprendí a vivir solo, lejos de la familia, lejos del país. Entré en un internado, todo muy diferente con las reglas a seguir, mucha disciplina. Se necesita mucha dedicación, hay que amarlo para seguir haciéndolo, son muchos años de dedicación, muchos sacrificios. Desde niño, nunca tuve tiempo libre para jugar”.
El esfuerzo se ve recompensado al conseguir este 2020 un nuevo trabajo en el Tulsa Ballet, donde empezará a finales de septiembre: “Empezamos al cuerpo de baile a la segunda compañía, la junior. Por mi edad, tengo 19, tengo que estar ahí, agarrando experiencia y avanzando”.
A mediano plazo, luego de estar varias temporadas en dicho ballet Ángel buscará cambiar de compañía para seguir creciendo: “Mi meta sería empezar a aprender lo más que se pueda, seguir avanzando y las siguientes temporadas moverme a otra compañía. A Alemania, Austria o Francia, hay compañías que ofrecen la posibilidad de aprender”.
Para la audición se presentó con una variación clásica, además de asistir a clases. Con el Ballet de Stuttgart (del cual forma parte la escuela John Cranko) participó en obras como “La muerte en Venecia” y “Bolero”, entre otras.
JL