Rinden homenaje póstumo a Fernando del Paso en Bellas Artes
"Este autor dedicó su vida a comprender con los ojos lo que la razón convierte en palabras", expresó María Cristina García Cepeda, secretaria de Cultura
Una fotografía de Fernando del Paso en gran formato en el fondo, arreglos florales bordeando la urna que contienen sus restos, y una larga serie de guardias de honor iniciada por la secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda, fue la escena que esta tarde vistió al Palacio de Bellas Artes durante el homenaje nacional al académico, diplomático y escritor.
Al homenaje asistieron la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Lidia Camacho, sus amigos escritores Xavier Quirarte y Cristina Pacheco, y sus hijos Adriana, Paulina y Alejandro del Paso Gordillo, así como su viuda Socorro. Con música sacra y fúnebre a cargo del ensamble de música de cámara "Ramos" como fondo, García Cepeda dio el primero de los discursos.
"Fernando del Paso dedicó su vida a comprender con los ojos lo que la razón convierte en palabras. Sus libros son un incalculable tesoro que nos ilumina. Fue escritor espléndido, comprometido con la palabra y su oficio, seducido por contar historias y conquistado por la cultura", expresó la responsable de la política cultural del país ante familiares, amigos y colegas del escritor, quien falleció el miércoles 14 de noviembre en Guadalajara.
Mencionó convencida que su obra es como el río que refresca la imaginación en el mar de la literatura. "Encendió un faro fabuloso para escribir sobre las pasiones del ser humano, comunes a todas las sociedades y a todas las épocas". Luego habló a sus restos: "Querido Fernando: siempre supiste qué trabajar. Fuiste viajero con espíritu renacentista, con humor, que es una virtud de la cultura".
Adriana del Paso no habló mucho. "Me ganarían lágrimas", dijo, y se limitó a agradecer las muestras de apoyo; Paulina del Paso, recordó que su padre superó un cáncer mortal hace 50 años, mismos que vivió intensamente. Luego leyó un fragmento de la obra de su padre; Alejandro de Paso, por su parte, se dijo emocionado por estar en el Palacio de Bellas Artes, "patrimonio nacional, lo mismo que la obra de mi padre".
Fernando es fiel a la Tierra como antes lo fue con nosotros. Hoy, somos más pobres y huérfanos, pero también, gracias a él, más ricos e invencibles
El doctor Vicente Quirarte expuso que el Palacio de Bellas Artes es la estación final donde se rinden merecidos honores a quienes mejor han sabido expresar anhelos colectivos. "Hoy, nos acogen sus mármoles ardientes como lo ha hecho Fernando del Paso, y palabras que él nos ha devuelto con inéditos fulgores para hacer de cada día una obra de arte y una aventura apasionada".
Esta tarde, el Palacio de Bellas Artes está vestido de luto para ser escenario del homenaje póstumo al novelista, académico y diplomático. El hombre de letras, pilar literario del México del Siglo XX, dejó una herencia cuya base está en sus celebrados textos "José Trigo" (1966), "Palinuro de México" (1977) y "Noticias del Imperio (1987).
Para Quirarte, Fernando del Paso dejó ver su gratitud, admiración, respeto y cariño a quien otorgó casas suntuosas al lenguaje y nos invita a guardarnos en ellas del tiempo y la desdicha. "Fernando es fiel a la Tierra como antes lo fue con nosotros. Hoy, somos más pobres y huérfanos, pero también, gracias a él, más ricos e invencibles", dijo el poeta y académico de la lengua con voz entrecortada por el pesar.
A sus palabras siguieron estruendosos aplausos de todos los presentes, así como más guardias de honor ante la pequeña urna donde descansarán eternamente los restos de Fernando del Paso, a quien Vicente Quirarte citó tajante como "un ejemplo de quien al construirse nos construye".
Finalmente, el grupo de cámara "Ramos" interpretó más piezas del repertorio clásico universal y gente del pueblo se acercó a la ceremonia.
CE