Recordar a Gala Dalí
La escritora a lo largo de su carrera a tratado de retratar la pluriculturalidad que tanto le apasiona en sus libros, su nuevo libro no es la excepción
MonikaZgustová visita nuestra ciudad para presentar su nuevo libro, “La intrusa: retrato íntimo de Gala Dalí”. En edición de Galaxia Gutenberg, el libro continúa con la preocupación de Monika por la historia y la cultura. Del origen de esta publicación, la autora recordó en entrevista: “Hace unos ocho años me fui con unos amigos rusos, escritores, a un castillo entre Gerona y la costa mediterránea. Allí Gala pasó los últimos diez veranos de su vida. En el castillo encontramos muchos objetos suyos que nos sorprendieron: recalco que eran amigos rusos porque estuvimos muy atentos a todo lo ruso en su vida. Descubrimos discos con música rusa, muchos libros rusos, más que en otros idiomas, y otros objetos como un icono de la virgen negra, una virgen de la ciudad donde Gala nació. Nos llamó mucho la atención: Gala siempre se presentaba como una mujer occidental, hablaba varios idiomas, pero allí estaba rodeada de cosas rusas”.
Traductora de autores checos y rusos, además de biógrafa de su compatriota BohumilHrabal, la escritora busca en la historia las claves para entender la vida: “Sería interesante indagar un poco más para ver qué había pasado. Iba acumulando información y me propuse escribir algo sobre ella basándome en la investigación. Con ella me propuse escribir un libro sobre cómo la infancia y la juventud, la adolescencia rusa, influyeron en su vida posterior. Eso marcó el resto de su vida. Me di cuenta que iba bien orientada: su vida posterior se puede leer en clave sobre lo que se había pasado”.
El aspecto del idioma fue también relevante: “Yo me di cuenta que ella nunca quiso realmente olvidar las cosas rusas, ella iba adquiriendo los idiomas tal como la vida la llevaba. Primero el ruso, tenía el francés como los rusos educados en aquella época, luego se fue a vivir con PaulÉluard a París, donde se desenvolvía en francés. Cuando se fue a vivir con Dalí a los Estados Unidos, durante la Segunda Guerra Mundial. Gala fue la primera que aprendió el inglés muy bien, Dalí después: dominaba los idiomas a la perfección, se encargaba de las exposiciones, hablaba con la gente de los museos, los galeristas”.
En cuanto a su caso, siendo de origen checo y radicada en España desde los ochenta, Monika ejerció la traducción como un medio de vida: “Creo que es algo natural: en un principio me fui a vivir a España, tenía ganas de que se conocieran algunas obras de mi cultura de origen, la checa. Había muy poca cosa traducida. Entonces me puse a traducir del checo, luego me aprendí con el ruso, del ruso al castellano y al catalán. Siempre me movía por los libros que me llamaban la atención, que me gustaban. Creo que cuando alguien traduce algo que le gusta, que le apasiona, lo hace mejor que cuando es una cosa indiferente”.
Aunque en la actualidad está más enfocada en su obra: “Tengo que trabajar en las versiones de mis propios libros en distintos idiomas. Ahora traducen mis libros al inglés”. Las traducciones que realizó siguen disponibles para los lectores: “Estoy muy contenta de haber hecho muchas traducciones del checo y del ruso. La traducción de los grandes clásicos es algo que ya está hecho, creo que bien porque me han dado premios, lo han apreciado. Eso me llena de satisfacción”.
Sobre su siguiente proyecto, adelanta: “Será una novela, aunque biográfica, es sobre Nabokov y sus mujeres, como Vera y otras mujeres que han influido en su vida y en su escritura”. Vladimir Nabokov coincide con Gala y con Monika en el rubro del idioma y su desarraigo: “Eso siempre me interesa, es algo que he vivido, que sigo viviendo y que para un autor es una herramienta decidir en qué idioma escribimos. En el caso de Nabokov también me ocupó bastante”.