Cultura

Quitan minas a templos en área del bautismo de Jesús

Tras permanecer cerrados por 50 años, Israel retira explosivos a monasterios en el territorio palestino de Cisjordania

Un trabajador del Ministerio de Defensa israelí usa un detector de metales en busca de artillería cerca de un templo etíope en Qasr al Yahud, en territorio palestino de Cisjordania.
Aspecto del monasterio franciscano. Esta área de Qasr al Yahud, a unos 10 kilómetros al este de Jericó, es parte del peregrinaje cristiano en Tierra Santa junto a la iglesia de la Natividad en la ciudad cisjordana de Belén y la basílica del Santo Sepulcro en Jerusalén.
Un periodista recorre el interior del templo franciscano.
El exterior del templo etíope.
Pan y jarras se ven en una mesa del inmueble abandonado. La idea es devolver las propiedades a las respectivas iglesias para que los arreglen y puedan volver a recibir peregrinos.
Aspecto del monasterio etíope.
Guardias israelíes inspeccionan una habitación en el inmueble etíope.

Israel mostró hoy dos de los tres templos desminados en el área del bautismo de Jesús del río Jordan, en Cisjordania ocupada, 50 años después de que quedaran cerrados por la existencia de miles de minas sin explotar.

Un grupo de medios internacionales tuvieron acceso al monasterio etíope y franciscano, en un área cubierta por explosivos plantados por el Ejército israelí tras la Guerra de los Seis Días de 1967, como parte de una nueva línea de defensa con Jordania, para evitar que los milicianos palestinos entraran.

"Esta era una dura zona de batalla", dijo Reuvén Weisman, coordinador de la Autoridad Nacional de Acción contra Minas de Israel (INMAA), que señala con el dedo una larga línea de minas que se confunden entre la arena desértica.

Proyectiles de mortero y otros explosivos hallados en la zona. AFP/M. Kahana

El desminado de la zona, en el territorio palestino de Cisjordania, arrancó el pasado mes de marzo con los trabajos de INMAA, junto con Halo Trust, la mayor organización de desactivación de minas del mundo, y la empresa de supervisión israelí 4CI.

Hasta ahora, INMAA ha vaciado los monasterios griego-ortodoxo, franciscano y etíope, está trabajando en los terrenos de la iglesia rusa-ortodoxa, y próximamente desminará los lugares de culto de la corriente armenia, copta, rumana y siria, concretó su director, Marcel Aviv.

Según indica, el objetivo es que el desminado completo termine a finales de 2019 y que a partir de 2020 "las propiedades sean devueltas a las respectivas iglesias para que reformen los edificios y puedan volver a recibir peregrinos".

Periodistas caminan afuera del templo etíope en Qasr al Yahud. AFP/M. Kahana

Este área de Qasr al Yahud, a unos 10 kilómetros al este de Jericó, es parte del peregrinaje cristiano en Tierra Santa junto a la iglesia de la Natividad en la ciudad cisjordana de Belén y la basílica del Santo Sepulcro en Jerusalén.

El recinto cubre una superficie desértica de alrededor de un millón de metros cuadrados, en la que hay un total de ocho templos, y bajo tierra se ocultan unas tres mil minas antitanque, antipersona y un número indefinido de artefactos explosivos.

Los trabajos de desminado, "una tarea lenta debido a su peligrosidad", se realizan con un personal de unos 50 empleados que inspeccionan "al milímetro el área con detectores de metal y maquinaria pesada" que remueve grandes superficies de tierra.

Los edificios, coronados en su mayoría con crucifijos metálicos, conservan las marcas de bala en sus paredes, que recuerdan los combates acontecidos en la zona y sus 50 años de abandono después de que los últimos religiosos dejaran de vivir en los lugares sagrados debido a su peligrosidad.

Un letrero que alerta de la presencia de minas. EFE/A. Sultan

En el interior del monasterio etíope, la entrada de cada una de sus salas luce un papel que indica que el espacio ha sido desminado, junto con la fecha en que el trabajo se dio por acabado.

Israel ha habilitado parte de este área ocupada de Cisjordania como parque nacional, y según Aviv el número de peregrinos que visitaron el lugar para bañarse en el río Jordán ascendió a 800 mil personas este año.

Aviv pronostica que esta cantidad se incrementará cuando las iglesias rehabiliten los edificios de culto y los fieles tengan acceso a todos ellos.

IM

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