Cultura

Premios Jalisco: entre el patrimonio y la poesía

Luis Ignacio Gómez Arriola y Jorge Edmundo Esquinca Azcárate serán reconocidos con el máximo galardón que otorga el Estado desde 1950

Este fin de semana se anunciaron los Premios Jalisco, los primeros de esta nueva administración y los cuales serán entregados el próximo 17 de junio de manos de Enrique Alfaro Ramírez, Gobernador del Estado de Jalisco.

En el rubro cultural, el receptor de este 2019 es el arquitecto Luis Ignacio Gómez Arriola, especializado en la restauración y conservación de patrimonio. Para el homenajeado, el premio “es una gran alegría, un gusto muy grande. Es un premio que reconoce una trayectoria de vida, entonces da mucho gusto”, compartió en entrevista vía telefónica.

Luis Ignacio comenta que un motivo para recibir el premio es que ha trabajado desde hace “ya bastante tiempo en el tema patrimonial en Jalisco, además de la promoción de declaratorias como Patrimonio de la Humanidad en Jalisco del Paisaje Agavero, el Hospicio Cabañas, la declaratoria del mariachi y de la Virgen de Zapopan”.

Cabe señalar que la formación de Gómez Arriola comenzó en la licenciatura de arquitectura; posteriormente, estudió una maestría en conservación patrimonial y un doctorado en investigación arquitectónica. Sobre su vocación, platicó sobre el inició de su especialización: “Me tocó la fortuna de trabajar en el equipo del eminente restaurador Gonzalo Villa Chávez, en la restauración del Palacio de Gobierno de Jalisco. Fue en 1980, cuando me di cuenta de lo que quería hacer. Posteriormente, entré al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)”.

Más tarde trabajó como director de Patrimonio en la Secretaría de Cultura de Jalisco: “En ese momento hicimos la propuesta de que el Cabañas fuera inscrito en la lista de Patrimonio Mundial, me tocó desarrollar la Sala de Cámara del Teatro Degollado y el Museo de Artes Populares de Jalisco. Después dejé Cultura, regresé al INAH y empezamos a promover la declaratoria del Paisaje Agavero y las antiguas instalaciones de la industria de Tequila, como Patrimonio Mundial. Fue una declaratoria afortunada: de ser simplemente la zona donde se producía tequila a ser ahora Patrimonio Mundial, un punto de atracción turística muy relevante: ha tenido mucho impacto”.

Para el arquitecto, el tema de la conservación del patrimonio es de vital importancia: “La identidad está formulada por el legado patrimonial, si lo perdemos ya no somos nosotros. Quedamos un poco en el limbo, sin un ancla con lo que es la región y la cultura. La batalla es en ese sentido… La mayoría de las veces la perdemos; otras, ganamos las luchas”.

A la par de su labor, Luis Ignacio se ha desempeñado en el área académica, como docente e investigador: “Hay una cosa muy relevante: uno siempre está en formación. Ya tengo mis años, pero a final de cuentas una persona es una obra en proceso; dentro de eso, una de las partes que nutre, personalmente, es la labor académica”.

LEER TAMBIÉN: Exploran la visión de Luis Barragán

Reconocen las letras 

Jorge Esquinca, Premio Jalisco Literario. LITERARIO

En el área de literatura, el Premio Jalisco de este año fue designado para Jorge Esquinca, poeta, ensayista y traductor. Desde Oaxaca, vía telefónica comentó para este medio: “Me dio mucho gusto. Sé que fue una iniciativa de mis amigos y de diversas instituciones relacionadas con la educación y la cultura con las que he colaborado a lo largo de estos casi 40 años de ejercer la literatura”.

Jorge abundó en los diferentes caminos que ha tomado su obra, con el eje central de la poesía: “Se ha ido dando de manera natural a lo largo de estos años. Creo que la poesía no está solamente en la palabra escrita. Debe ser el sustento de las artes (pintura, música, danza). A través del ejercicio de la palabra escrita me he preocupado por averiguar esta relación que existe entre las artes, como el alimento principal del espíritu humano. De ahí que me haya internado por los territorios del ensayo literario, y de la traducción (de poetas contemporáneos, de otras lenguas como el inglés y francés). Es una manera de divulgar la obra de autores que han sido parte de mi formación y que me ha parecido relevante compartirlo”.

El escritor resaltó la traducción como un medio de aprendizaje literario: “Traducir siempre es una forma de aprender, se entra en las entrañas del poema, se va descubriendo, se desmonta para volverlo a montar en la lengua propia. Se aprende el oficio de escribir, de hacer cada vez un mejor esfuerzo. He tenido la suerte de tener excelentes maestros: en primer lugar el querido y admirado poeta Elías Nandino, uno de los primeros en apoyar mi vocación; y otros poetas traductores, como Guillermo Fernández (poeta jalisciense, Premio Jalisco hace varias décadas); Rubén Bonifaz Nuño, gran ejemplo de la traducción de los clásicos latinos; Octavio Paz, a quien sólo traté brevemente, pero que a través de su obra ha sido un gran ejemplo en la escritura de poesía y la traducción”.

Cabe señalar que Guillermo Fernández fue recientemente homenajeado en Oaxaca, con la participación de Esquinca: “Recordamos al gran amigo que fue, además de espléndido traductor de la literatura italiana. Fue cobardemente asesinado hace ya siete años en su casa de Toluca. Hicimos un llamado para que este crimen se esclarezca en la medida de lo posible”, comentó el poeta, quien agregó que incluso la familia no ha podido recuperar sus pertenencias: “No se puede acceder porque el asesinato ocurrió en su casa: es la escena de crimen y no hay manera de entrar”.

Entre las publicaciones recientes de Esquina está “Las piedras y el arco”, publicado por la Universidad Autónoma de Querétaro. Es una recopilación de ensayos sobre literatura, pintura, música, cine, fotografía, danza, etc. También publicó “Mínimo bestiario”, una antología breve publicada en Casalia (editorial de Tabasco) con ilustraciones del pintor Santiago Esquinca, su hijo mayor. Entre sus proyectos por concluir está un libro de poemas y un libro sobre ArthurRimbaud.

LEER TAMBIÉN: Medio siglo de esculpir

Síguenos en

Temas

Sigue navegando