Cultura

La Escuela Municipal del Mariachi, una historia de esfuerzos y logros

Preservar la tradición musical mexicana por excelencia, es el objetivo de esta institución que además promueve y forma futuros talentos

Ubicada en el popular barrio de San Andrés, al Oriente de la ciudad, la Escuela Municipal del Mariachi de Guadalajara tiene como propósito la formación de talentos locales en esta disciplina para de esa forma contribuir a la promoción y preservación de una tradición musical centenaria y representativa a nivel nacional, reconocida asimismo como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.

La historia de la escuela, en palabras de su director, Fernando Briseño González, surge hace poco más de 25 años, cuando su padre, Lino Briseño, “propuso a una persona la escuela del mariachi y, cuando llega esa persona al ayuntamiento, en 1997, se logra aprobar y me invita para dirigirla (aunque soy ingeniero de profesión). Creí que era algo interesante y duramos cuatro años, con muy buenos resultados”.

Estas buenas cuentas se refieren a la participación activa en los Encuentros Internacionales del Mariachi y la Charrería que se celebraron aquellos años (1997-2001), y su participación en cerca de 150 eventos en apoyo a colonias, escuelas, plazas públicas e instituciones; “pero en el cambio de gobierno se puso en pausa”, cuenta el director en entrevista con EL INFORMADOR, “con la promesa de restructurarla; de aquel tiempo, sólo quedamos dos maestros. Me mandaron al Centro Cultural Atlas Colomos y abrí talleres de mariachi, incluso a escondidas, y conseguimos formar un mariachi ahí”, agrega.

Reapertura y nuevas instalaciones

Así, cuando lo “descubrieron”, lejos de recibir reprimenda obtuvo más apoyo y lo enviaron a la colonia Independencia “y duré otros tres años en ese centro cultural”, relata el músico y maestro, “después de lo cual, se consiguió la aprobación en 2010 para la reapertura de la escuela; me dieron un año de plazo para dar resultados, y yo sabía que había demanda, por lo que en seis meses superamos lo que nos solicitaron”.

En este sentido, el edificio donde se halla la escuela hoy día, “era entonces una especie de bodega en la que se cambiaba aceite a las patrullas; en muy malas condiciones, con techos de lámina y filtraciones de agua por doquier. Con todo, estaba llena de alumnos. Ahora, se solicitaba el arreglo cada administración y fue hasta 2019 que hubo posibilidades y se consiguieron recursos federales (por un monto cercano a los 5 millones de pesos) para las obras”.

De ese modo, “se tiró al suelo todo aquello”, dice Briseño, “y se levantó esta edificio nuevo, bien cimentado y funcional; además, es tal la demanda que, en enero, cuando son las inscripciones, he tenido fuera hasta doscientas personas formadas para entrar. Lo importante es que se recibe a todo mundo, tengan o no facilidades para la música; pues, como institución pública, tenemos la obligación de acercar las tradiciones a toda la población”.

Formar en distintos niveles

Ese ha sido el trabajo hasta la fecha, asegura el director de la escuela, “buscar formar a diferentes niveles, aunque ahora se presenta la oportunidad —con apoyo del presidente municipal— de abrir para la escuela un segundo turno; de lograrse, tendríamos tiempo y espacio para hacer audiciones en forma, y en esas condiciones incluso contar con una agrupación de base, con los mejores ejecutantes”.

El objetivo es, indica Briseño, “subir el nivel académico de la escuela y se podría con este segundo turno. Lo cierto es que la demanda es mucha, solicitan apoyo para eventos con mariachi y, sobre todo, con la escuela. La fortuna es que la administración municipal está interesada y tiene proyectos para con el mariachi”.

Uno de los programas es —por ejemplo— “Al son que me toquen”, que lleva mariachi y presentaciones de ballet folclórico al Centro Histórico, a las delegaciones del DIF, a centros culturales y comunitarios; “la idea es convertir este proyecto en una escuela de verdad, y la idea es que los maestros consigan seguridad contractual”.

Uno de los objetivos es la formación de jóvenes para que sean profesionales en este rubro. EL INFORMADOR/ A. Camacho

Puertas abiertas y optimismo

Ahora bien, aunque en fecha reciente no han tomado parte en ediciones del Encuentro Internacional del Mariachi y la Charrería, comenta el director que “tenemos la puerta abierta, aunque ahora han solicitado el espacio para los talleres de música, ahora con el edificio nuevo es posible y esperemos se logre la cooperación”.

De esta forma, Briseño no oculta su orgullo al referir que “tenemos ex alumnos destacados, a los que se les inculcaron buenas bases; ahora mismo un muchacho que toca la trompeta, trabaja en el Mariachi Vargas de Tecalitlán, estuvo con nosotros cuando era niño y ahora de adulto le va bien; lo mismo con otros que fueron estudiantes aquí”.

Finalmente, “aunque diez años atrás quizá no lo hubiera dicho”, establece el director de la escuela, “ahora me permito ser optimista; antes había temor de que el proyecto no continuara, pero ahora cada gobierno que llega se da cuenta de que es una de las iniciativas que está funcionando y que hay que apoyarla. Yo estoy tranquilo, porque se le ha invertido a la escuela”.

Toma Nota 

Sobre esta institución

  • Cuenta con grupos de principiantes, intermedios y avanzados/ Con capacidad para recibir un promedio de 250 alumnos en total.
  • Los cursos están planeados para una duración de 3 años/ Se brinda a los alumnos los conocimientos necesarios para integrarse a un mariachi de buen nivel (la profesionalización se logra en la práctica).
  • Clases: De lunes a viernes/ de 15 a 20:30 horas.
  • Domicilio: Privada Miguel Leandro Guerra 2751, Col. San Rafael (zona de San Andrés).
  • Teléfono: 33-1646-5615.
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