Cultura

Vandalismo, a la caza del arte

Obras de grandes maestros han sido objeto del ataque de manifestantes que buscan atención para sus consignas

Las expresiones artísticas pictóricas y de escultura invitan a la reflexión, el entretenimiento y el buen entendimiento, promueven valores estilísticos, así como emociones positivas como la paz. Además, homenajean a los iconos que gestaron o sembraron un cambio en su entorno.

Sin embargo, dichas piezas o monumentos también han sido afectados por manifestantes a lo largo de los años, “cazadas” por quienes buscan llamar la atención de la audiencia por esta vía para expresar su desacuerdo sobre crisis ambientales o violencia de género, por ejemplo.

Si bien, hay quienes están en contra de que para protestar se tenga que recurrir al daño patrimonial, otros más reflexionan que justamente de eso se trata el arte, el cual es un medio para expresarse y si debe modificarse o alterarse, es que está cumpliendo con su función para generar el diálogo o el debate entre las personas.

Pero también han ocurrido incidentes donde quienes dañan las obras, no son manifestantes comunes, sino personas que tuvieron algún trastorno mental. Inclusive, en regiones bélicas, derribar patrimonio cultural también es parte de las acciones de guerra que se cometen para someter al “enemigo”.

Según se expresa, el vandalismo del arte es una forma de protesta que se remonta a más de mil años, no es una cuestión actual, ha sido un manera contundente de llamar la atención de los demás desde siempre, para que se atiendan las peticiones y razones de aquellos que no suelen ser escuchados.

A continuación, un recuento de los casos más sonados de protestantes que han afectado obras de arte a lo largo de los años.

Arrojan sopa a la “Mona Lisa”

Los activistas medioambientales del colectivo denominado “Riposte Alimentaire” (Represalia alimentaria) gesticulan frente a la pintura “Mona Lisa” de Leonardo Da Vinci después de que arrojaron sopa a la obra de arte, en el museo del Louvre en París, un hecho ocurrido el 28 de enero de 2024. 

Aquel día, dos manifestantes arrojaron sopa al cristal a prueba de balas que protege la “Mona Lisa” de Da Vinci en París, exigiendo el derecho a una “alimentación sana y sostenible”. Su protesta no tuvo eco.

“La ronda de noche” se queda sin luz

“La ronda de noche” de Rembrandt ha sido afectada en tres ocasiones. En 1911, se dice que un ex cocinero de la marina le pasó un cuchillo a la obra, pero en realidad no pudo cortar nada. 

En 1975, un hombre llamado William de Rijk rasgó en varias ocasiones la pintura, parece ser que no estaba bien de sus facultades y fue ingresado a un psiquiátrico. Y en 1985, un paciente de una institución psiquiátrica le esparció  ácido sulfúrico a la obra, pero solo el barniz resultó afectado.

ESPECIAL

Daño a “Los Girasoles”

En el año 2022, dos ecologistas lanzaron sopa de tomate sobre “Los Girasoles” de Vicente Van Gogh en la National Gallery  a modo de protesta sobre el calentamiento global y los subsidios a los combustibles fósiles.

 Una de ella dijo: “¿Qué vale más, el arte o la vida?”. Según expresaron, luego de ser llevada a comparecer, que su intención no era dañar la obra porque sabía que estaba protegida por un cristal y que las manchas de sopa se podían remover con papel.

Una “Venus” acuchillada

La sufragista Mary Richardson, en el año de 1914, atacó la obra “Venus del Espejo” de Velázquez con un cuchillo en la National Gallery de Londres. Fue condenada a seis meses de prisión. La mujer buscaba protestar contra el encarcelamiento de su líder: “He tratado de destruir la imagen de la mujer más bella de la historia mitológica como protesta contra el Gobierno por destruir a la señora Emmeline Pankhurst (promotora del voto femenino), que es el personaje más bello de la historia moderna”.

ESPECIAL

“El sembrador” líquido

Activistas climáticos de Last Generation posan junto a “El sembrador”, una pintura de 1888 del artista holandés Vincent Van Gogh, después de arrojarle sopa de guisantes el 4 de noviembre de 2022, mientras estaba en exhibición en el Palazzo Bonaparte de Roma. 

Los activistas climáticos de Last Generation dijeron que el ataque llevado a cabo por cuatro personas fue “un grito desesperado y con fundamento científico que no puede entenderse como mero vandalismo”. La pintura se exhibía en el Palazzo Bonaparte de Roma.

Cuando el Mura sufrió grafiti

El 23 de marzo del 2016, el mural de Gustavo Aranguren, ubicado en el exterior del Museo de Arte Raúl Anguiano (MURA), fue vandalizado con grafiti. La silueta del personaje protagonista quedó cubierta por una mancha de cerca de 130 centímetros de alto por 170 de ancho, en el centro de la pieza.

El recinto jalisciense sufrió en su exterior por un acto de vandalismo. EL INFORMADOR/ Archivo

CT 

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