Museo Tate muestra la obra de Picasso de un año clave
El espacio británico presenta piezas del artista español creadas en 1932
El museo Tate, en Londres, presenta una exposición sin precedente de la vida y obra de Pablo Picasso (1881-1973) del año 1932, que fue clave en el proceso creativo del artista nacido en Málaga. La muestra “Picasso 1932 -Amor, Fama, Tragedia” explora mes por mes la vida personal y artística del español a través de más de cien pinturas, esculturas y bosquejos en papel.
“1932 fue un año extraordinario para Picasso, incluso para sus propios estándares. Sus pinturas alcanzaron un nuevo nivel de sensualidad y consolidó su estatus como uno de los más influyentes artistas del siglo XX”.
“1932 fue un año extraordinario para Picasso, incluso para sus propios estándares. Sus pinturas alcanzaron un nuevo nivel de sensualidad y consolidó su estatus como uno de los más influyentes artistas del siglo XX”, afirmó el curador de la exposición Achim Borchardt-Home.
Fue también un año de reflexión y rejuvenecimiento para el artista, que dividía su tiempo entre su departamento de París y su casa de Normandía, donde tenía un estudio y un taller de escultura. Al mismo tiempo Picasso, de 50 años de edad, mantenía desde hacía cinco años una relación amorosa con Marie Therese Walter, de 22 años de edad, musa y objeto de sus figuras femeninas de 1932 y años posteriores.
En ese año Picasso creó muchos de sus famosos cuadros como “Mujer desnuda en sillón rojo”, en el que retrata a la rubia Marie Terese, y “Mujer frente al espejo”, que raramente sale del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA). “Estas pinturas no van a estar juntas otra vez”, aseguró el curador y director de Exposiciones de Tate Modern, Borchardt-Home.
Un año especial
Durante el recorrido por las 10 salas, el experto señaló que 1932 fue un año muy prolífico para Picasso, ya que en tan sólo 12 días pintó en el mes de marzo seis óleos grandes de mujeres que por primera vez están juntos en 86 años. Entre los famosos cuadros de mujeres voluptuosas y llenos de colorido se encuentran “Desnudo, hojas verdes y busto”, “Desnuda en un sillón negro” y “El espejo” que son consideradas la cúspide de la obra de Picasso de los años 30.
Picasso dividía su tiempo entre su esposa Olga y su hijo Paulo de 11 años de edad y su amante Marie Therese, con quien inició una relación amorosa cuando tenía apenas 17 años de edad y procreó unos años después a su hija Maya.
La hija de Maya y nieta de Picasso, Diana Widmaier-Picasso, afirmó que su abuelo necesitaba de esa libertad para crear. “Era su musa. Mucho más que cualquier mujer. Mucho después de que su relación terminara, mi abuelo continuó pintando a Marie Therese en su trabajo”, afirmó Widmaier-Picasso a un grupo de periodistas.
Homenaje a 45 años de su muerte
Esta exposición dedica una de las salas a la retrospectiva que una galería parisina dedicó a Picasso en 1932 y que el mismo se dio a la tarea de curar. Una pared emula parte de esa exposición en la que Picasso colgó un autorretrato del Periodo Azul, junto a un retrato de su primera esposa Olga Khokhlova y dos cuadros de su hijo Paulo.
Tras la retrospectiva Picasso siguió creando, pero dejó de lado los óleos de gran tamaño para dedicarse a cuadros pequeños de mujeres en forma de criaturas marinas. Durante ese prolífico año Picasso también organizó un catálogo de su obra en la que enlistó más de 16 mil pinturas y dibujos.
Entre ellos, se encuentra una serie de 13 dibujos de La Crucifixión en tinta y papel que Picasso realizó en los meses de septiembre y octubre. “El trabajo que uno hace es una manera de mantener un diario”, decía Picasso.