Alejarse del canon europeo, el reto de la gastronomía latinoamericana
“Nosotros ya estamos en la capacidad de darle una cocina casual al mundo creada desde nuestras cocinas y nuestras tradiciones. Ya ha llegado el momento de dejar de mirar tanto a Europa"
A un par de días de celebrar la décima edición del Latin America’s 50 Best Restaurants, en la ciudad de Mérida, en el marco del primer festival gastronómico Sabores, de Yucatán, diversas profesionales de la industria gastronómica han reflexionado sobre la importancia de que eventos como éstos se detonen, se sumen y regresen a México para reforzar el trabajo que desde hace más de dos décadas ha impulsado a la tradición culinaria de toda América Latina a nivel mundial.
Durante el segundo día de actividades académicas que ha ofrecido el festival Sabores de Yucatán, Valentina Ortiz Monasterio, presidenta del 50 Best Latinoamérica, moderó la conferencia “De listas, estrellas y guías: el mundo gastronómico de hoy”, en el que las periodistas y emprendedoras Paola Miglio, Marcela Baruch, Rosa Moraes y Lucía Barrios, intercambiaron puntos de vista no solo sobre el prestigio que progresivamente ha ganado Latin America’s 50 Best Restaurants desde su primera edición en Perú hace 10 años, sino también las polémicas que han surgido sobre este tipo de listados y cómo deben aprovecharse y entenderse en cada ámbito de la industria gastronómica.
Valentina Ortiz Monasterio recordó que 50 Best Restaurants comenzó siendo una lista local en Londres en la prensa escrita, y poco a poco fue ampliando sus versiones análisis a más regiones del mundo hasta concretar listados enfocados exclusivamente en valorar a recintos culinarios de Asia, Medio Oriente y Latinoamérica, por ejemplo, siendo hoy uno de los conteos más renombrados a nivel internacional y con una importancia muy similar -y también buscada por los chefs- como las conocidas Estrellas Michelín, que ésta se maneja de manera distinta por ciudad o país.
“Esta lista se ha convertido en una referencia para los que les gusta comer, probar, se ha convertido también en una lista muy publicada por los medios de comunicación, en un evento que los destinos han decidido atraer a sus ciudades, porque detona turismo, derrama económica, crítica gastronómica, mucha cobertura de medios de comunicación (…) es muy positiva en muchísimos sentidos, es una lista también muy polémica, hay que decirlo, es una lista de muchas otras más que también existen”, explicó Valentina Ortiz, quien en 2016 diseñó la política pública de Fomento a la Gastronomía Nacional para el Gobierno de México.
“Eventos como el que va a suceder en Yucatán generan una derrama impresionante y una potencia mediática impresionante, sí coadyuvan en la construcción o la potencia de un destino gastronómico”, indicó al recordar, por ejemplo, que México ya ha sido sede en dos ocasiones de 50 Best Latinoamérica (2015, 2016), y ahora en su regreso al país teniendo Mérida, Yucatán, como anfitriona, reforzará la unión y aprendizaje que ha tenido la gastronomía latinoamericana desde hace más de una década en este tipo de eventos.
Apuestan por resaltar diversidad de identidades y sabores
La periodista y crítica gastronómica Paola Miglio, quien atestiguó el debut de Latin America’s 50 Best Restaurants en Perú hace 10 años, recalcó que América Latina se distingue desde hace varias décadas por esfuerzos que han apostado por enaltecer su recetas e ingredientes locales no solo mediante la tradición de sus pueblos o ciudades de origen, sino también por desarrollar una visión y sabores vanguardistas que permiten la fusión de historia, presente y futuro.
“La lista, independientemente de la polémica que pueda generar, tiene un impacto importante en la economía de un país, y eso arrasa a toda la región, de la región Latinoamericana. En Perú hubo un fenómeno muy interesante que empezó hace más de 25 años”, explicó sobre los factores que permitieron proyectar con fuerza a la gastronomía, en este caso el regreso de chefs a Perú desde el extranjero, los procesos políticos y de paz del país tras una guerra, por ejemplo.
“Nosotros ya estamos en la capacidad de darle una cocina casual al mundo creada desde nuestras cocinas y nuestras tradiciones. Ya ha llegado el momento de dejar de mirar tanto a Europa, de dejar de regirnos por cánones europeos que siempre admiramos, está bien, podemos usar técnicas, pero lo nuestro dicta pauta, tiene que dictar pauta”.
Las organizadoras recordaron cómo finalmente las listas como 50 Best son una guía para que los comensales puedan descubrir las opciones que más llaman la atención de diversos países, regiones o ciudades, enfatizando que en este caso son los propios latinos quienes pueden proponer a sus restaurantes favoritos y sobre todo votar por ellos y presentarlos al mundo, resaltando que el comensal siempre tendrá su criterio y experiencia para determinar personalmente si la lista del año coincide con sus gustos o no, aunque esto no quita que la propuesta de cada cocina, chef y restaurante narran la historia de sus pueblos, familias, regiones o países enteros,
“El término gastronomía se ha ido desvirtuando con el tiempo, la palabra ha perdido su real valor, desde mi punto de vista. Para mí, gastronomía es cultura y está atravesada por múltiples disciplinas: antropología, historia, arqueología, no solamente es ser cocinero. Si tomamos eso en cuenta, la gastronomía narra nuestra historia, porque cuando encontramos una tumba de un Inca o de alguien de acá (México), lo primero que se rescata es (saber) qué comió, que semillas había, cómo se alimentaba”, compartió la periodista Paola Miglio.
Para saber
El 15 de noviembre se realizará la premiación de Latin America’s 50 Best Restaurants, en el Centro Internacional de Congresos de Yucatán.
FS