Cultura

Lydia Cacho, sin mitos en el sexo y amor

La escritora intenta poner sobre la mesa aquellos mitos, verdades, dudas y prejuicios que rondan a la sexualidad de los mexicanos

GUADALAJARA, JALISCO (01/DIC/14).- Hablar de la sexualidad no sonroja a Lydia Cacho, por el contrario, la motiva a seguir difundiendo aquellas cosas que todo el mundo quiere saber pero nadie se atreve a decirlo de manera más pública y seria.

La periodista mexicana retorna a la escritura con "Sexo y amor en tiempos de crisis", su más reciente publicación de investigación en el que intenta poner sobre la mesa aquellos mitos, verdades, dudas y prejuicios que rondan a la sexualidad de los mexicanos.

Cacho destaca que esta obra surge a raíz del asombro que le causó el darse cuenta de la vasta desinformación que no solamente existe entre los jóvenes, sino también en aquellos adultos que han vivido engañados sobre las maneras de disfrutar de una sexualidad plena, sobre los derechos que tienen para recibir y ejercer una salud hormonal y reproductiva correcta, y sobre todo, romper con los tabúes sexuales, machistas y feministas.

"La idea es poder hacer un mapa general sobre cómo se vive la sexualidad, que se entiende o no sobre la salud hormonal. El libro no es solamente para personas adultas, me interesa saber cómo los mexicanos construimos nuestra identidad psicoerótica, a partir de qué momento, en la pubertad o incluso en la niñez, comenzamos a percibirnos como seres sexuales, cuándo tenemos que demostrar nuestra feminidad o masculinidad".

Aunque el lema "Lo que debes saber antes de cumplir 40" acompaña el libro de Lydia Cacho, la autora de "Esclavas del poder" asegura que su investigación fue escrita pensada en toda la población que haya iniciado o no una vida sexual y también para aquellos que creen saberlo y experimentado todo, porque que la integración de testimonios de diversos segmentos de la sociedad fueron elementales para nutrir al texto en todos los sentidos.

"El libro tiene mucho sentido del humor porque tiene anécdotas muy simpáticas y conmovedoras tanto de hombres como mujeres que eligen hablar sobre estos temas de una manera integral y alguno de ellos por primera vez en su vida".

De esta forma es como a lo largo de más de 500 páginas, la periodista desglosa vertientes relacionadas a la medicina sexual, las hormonas, emociones, la virilidad y sus mitos, la testosterona, enfermedades, genes, y por supuesto del papel que desempeñan el amor y sexo en las relaciones sociales, culturales, éticas y morales.

"Por un lado somos capaces de contar los chistes más vulgares y sexistas, pero cuando se trata de poner sobre la mesa temas sobre la sexualidad, erotismo y de la intimidad de una manera más seria, formal y realista la gente se asusta muchísimo".

¿Sexualidad de dominio público?

Para Lydia Cacho las redes sociales intervienen con gran impacto sobre la percepción que cada persona se hace sobre la morbosidad y el pudor de tener un acceso total a imágenes que, inocentemente o no, se comparten sin saber realmente en poder de quién terminarán.

"Una buena cantidad de gente, y sobre todo personas menores de 30 años no han entendido que lo que está en las redes es totalmente público. Hay un desencanto brutal por parte de mujeres conocidas y desconocidas, y hasta de hombres , que se hacen videos o fotografías íntimas mostrando su cuerpo y se sienten profundamente ofendidos porque alguien más tiene acceso a eso".

Pero las redes sociales no solo son una forma de tergiversar la identidad sexual, Cacho añade que a través de los medios de comunicación también se incurre en información errónea que lejos de ayudar a comprender mejor, solo empeoran el entendimiento de los temas sexuales.

"El periodismo reproduce muchas mentiras, datos falsos que se sacan de internet. El periodismo bien hecho lo que hace es ir a las fuentes fidedignas y lo que sucede con México que cada vez hacen más reporteros y coordinadores editoriales acceden a sitios de internet que están llenos de falsedades. Hice un análisis de varios sitios, supuestamente serios, que hablan sobre salud sexual y reproductiva y uno se sorprende de la cantidad de estupideces, mentiras y de malas traducciones".


EL INFORMADOR / NORMA GUTIÉRREZ

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