“Vendrá el olvido” y la pérdida que duele
El escritor Sergio Faz presenta su nueva novela, un diálogo con la madre que ha partido
En la novela “Vendrá el olvido” (Gafas Moradas, 2022), el escritor mexicano Sergio Faz ha conseguido evocar la voz de quien conoce la negación del cuerpo, pero ha sabido saltar esa barrera infranqueable de un machismo anquilosado en nuestro país, con sus choques y ambivalencias, sobre todo los que ocurren en los bajos fondos.
De este modo, en la novela de Faz lo que se logra es un ejercicio de memoria y, a un tiempo, un diálogo con la madre que ha partido y dejado en la orfandad al protagonista; así, nos adentramos en la realidad de ser hijo, que es un problema actual, pero más lo es ser hijo de una mexicana analfabeta, madre de nueve hijos y en una zona rural de México; un perfecto caldo de cultivo para el teatro de Lorca o cierta emblemática novela de Camus.
Mostrar el camino
En este sentido, relata Sergio Faz en entrevista con EL INFORMADOR que “terminé de trabajar la novela en la Ciudad de México, con un grupo de amigos, entre los que se hallaba la escritora peruana Julia Wong (que vive en Portugal); ella vino a México en 2021, cuando Perú fue invitado de honor para la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, y le presentó mi novela a su editora, a quien le encantó. Nos pusimos en contacto y todo sucedió muy rápido, fue amor a primera vista entre la editorial Gafas Moradas y el libro”.
Así, adentrados en la historia, en “Vendrá el olvido” la prosa es cuidada y se sustenta en su atención al detalle, algo que para el autor “es fundamental. Siempre me pasa que cuando leo y no hallo ese detalle en las obras, las dejo; si algo no encaja o se mira forzado, lo dejo. En general, creo, la vida nos da situaciones con mucho detalle, si nos detenemos a analizar, es algo que nos va mostrando el camino hacia dónde seguir”.
Dolor y rabia
Respecto de su protagonista, explica Faz: “creo que eso traté en la novela, presentar a un personaje (Eleuterio) que tiene sus encuentros con lo que será después: con las teatreras que montan ‘La Casa de Bernarda Alba’ en su pueblo, y eso detona en él la idea de irse. La novela no lo dice de forma directa, pero después la memoria le trae a cuento que ese fue el momento en que decidió poner tierra de por medio entre él y su madre”.
Y justo es la madre con quien, poderosamente, abre la historia desde la primera frase; dice el escritor que “eso me sucedió, tal cual; leí hace muchos años ‘El Extranjero’, de Albert Camus, y entonces me pareció aburrida y no comprendí por qué la muerte de la madre puso tan loco y violento al personaje. Unos meses antes la releo y la mirada fue distinta, y una tercera lectura me dejó en claro lo letal: hay una situación por la que se explica lo que pasa al personaje, la rabia es uno de los mecanismos para protegernos del dolor, que no nos afecte tanto la pérdida; lo mismo pasa con la tristeza, y son esas emociones las que nos van protegiendo de esa pena”.
No tan fácil
De esta forma, en otro punto, la vinculación madre-hijo se describe por el protagonista como un “lenguaje secreto”, a lo que Faz responde que “todos los hijos e hijas, tenemos un lenguaje secreto con los padres; ellos saben cosas de nosotros antes de que las sepamos nombrar, saben quiénes somos antes de que tengamos idea de qué hacemos aquí. Siempre digo que a los padres no se les engaña tan fácilmente; nos lo hacen creer, pero no podemos, no hay manera, lo saben todo. Y es lógico, porque en el caso de la madre, vivimos dentro de ella, conoce al huésped”.
Hay en “Vendrá el olvido” un equilibrio sensitivo entre lo bello y lo terrible, pero también es una novela muy literaria; esa forma de tensión “es algo que debe tener la literatura”, detalla el narrador, “desde la ternura hasta el conocimiento de referencia, así como correspondencias literarias con otros autores o libros. Así como hay correspondencia con ‘El Extranjero’, después descubrí las que había con otros poetas de América como Carlos Drummond de Andrade, Jorge Eielson o Lorca; y creo que esto es porque estamos pensando lo mismo”.
Varios modelos
Tal como en la novela apunta Drummond de Andrade, comenta el escritor mexicano, “es que la madre no muere nunca; se podrán perder cosas, u olvidarse, pero va a estar ahí siempre: en olores, sabores, sensaciones, palabras, incluso en ruidos domésticos. No es gratuito que haya conexión con un montaje de ‘La Casa de Bernarda Alba’ y entonces el protagonista decida irse; hay una madre castrante ahí que lleva al suicidio a su hija. Y son varios modelos de madre los que vemos en la novela”.
Finalmente, indica Faz que no tenía en mente el grado de complejidad para Eleuterio, su personaje central, “no era intencional que resultara así; lo mismo con otros personajes. Yo tenía un tren que iba en marcha mientras construía a este protagonista, pero sólo presentaba lo que sucedía y las consecuencias que respondían a sus actos”.
Sobre el autor
Sergio Faz nació en México el 20 de febrero de 1975. Es poeta, traductor y gestor cultural. Dirige el sello ultra-independiente Piranha Editora y colabora en la revista electrónica “Arvoressências”. Ha publicado la plaqueta de poesía “Formas suspendidas” (2012), “Como una sombra liberada” (2017), “Noche oscura del cuerpo” (2019) y “Tierra seca” (2020). Vive en Ciudad de México.
*El libro se presentará en la CDMX este 19 de abril, a las 19:00 horas, en la Casa del Libro (Colonia Roma).
CT