El secreto de “Los Ojos de mi Padre”
La escritora mexicana, Isabel Ibáñez de la Calle, presenta su novela debut bajo el sello de Suburbano Ediciones
La autora mexicana, Isabel Ibáñez de la Calle, lanza su primera novela, “Los Ojos de mi Padre” bajo el sello de Suburbano Ediciones. Esta es una historia que habla de cambios, duelos y los nuevos conceptos de masculinidad. Al respecto, la escritora habla en entrevista con EL INFORMADOR sobre el desarrollo de esta obra literaria que en México puede adquirirse a través de Amazon.
“Esta es mi primera novela, salió en junio de este año. Tengo emociones mixtas, una no sabe cómo se va a sentir con algo que ha esperado mucho tiempo, pero lo que más me alegra de todo esto es que la novela ya esté afuera y que ha tenido muy buena recepción”.
Comparte que la trama la estuvo construyendo durante varios años. “El contexto de la novela es sobre un joven que muere a los 21 años en un accidente automovilístico. Su padre está devastado, su madre también, pero toda la novela la vemos desde la perspectiva del padre. Esto es algo que a mí me interesaba mucho explorar, la búsqueda por el hijo, porque él tiene urgencia de saber dónde y con quién estaba la noche en que murió, porque también hay un misterio, además de un consumo de sustancias, que no es que sean escandalosas en sí, pero al padre le parece que la concepción que él tenía de su hijo no embonan con eso, y ahí es donde está el conflicto, no sólo en la muerte, sino en el encuentro que se tiene sobre la imagen que tenías de una persona”, porque a lo mejor no es quien realmente tú creías que era.
“Este tema ha estado en mí, quizá durante toda mi vida, y eso es, qué tanto nos podemos conocer los unos con los otros, cómo son las relaciones de los padres y los hijos. Y porque también quise hacer una conversación con la tradición de la literatura mexicana o latinoamericana donde la figura del padre es fundamental, pero que es la búsqueda por el padre, por ejemplo, el padre que abandona, el que está ausente y el hijo que quiere indagar en sus orígenes, pienso en el clásico de clásicos, ‘Pedro Páramo’ de Juan Rulfo donde esa es la primera escena, un hijo que va en búsqueda de su padre y además se juega ahí con la idea de los fantasmas, y yo también juego con esta idea, pero con los fantasmas de nuestra propia historia”.
Resalta que también quiso honrar el trabajo de Josefina Vicens, quien también refleja una búsqueda del padre, pero muy distinta a la que hace Rulfo, “donde es este padre que muere y el hijo se va transformando poco a poco en él. Entonces, yo pensaba…. ¿y si el camino fuera al revés? Cómo sería el padre que está buscando al hijo y que se va convirtiendo en él, así que esto es un poco la semilla de cómo se va desarrollando de esta historia, con una anécdota personal que pasó cuando yo era muy joven, un compañero de la universidad muere en un accidente de coche y su padre nos iba a ver a la universidad”.
Pero aclara que su novela no se basa en este hecho, sólo lo toma como “una semilla que se quedó clavada en mi corazón, porque lo que me causó mucho dolor, fue ver a este padre buscando las huellas de su hijo”.
El personaje central es “Hugo”, quien sufre la pérdida de su hijo “Gerardo” y este hecho será la punta de lanza de su transformación, replanteándose otras perspectivas de vida. “Un lector tiene derecho a que la novela le hable como le quiera hablar, pero para mí, al menos cuando la estaba escribiendo, no pensaba tanto en una historia de duelo, que claro que está ahí, porque una persona acaba de morir, sino más bien en una historia de esos momentos en nuestra vida que tambalean por completo lo que hemos hecho y las decisiones que hemos tomado”.
“Hugo” es un hombre mexicano de clase media que le interesa mucho el ascenso social, “pero que también se inserta en esta sociedad que va imponiendo roles muy rígidos, los cuales todos en teoría tenemos que llevar a cabo y a mí me interesaba ahondar en esa dureza que implica esto. Porque este hombre se queda en una relación que no desea por su hijo y cuando éste ya no está, se siente profundamente perdido y tiene que recorrer un camino para reencontrarse a sí mismo”.
La autora agrega la parte final de la novela fue muy liberadora y placentera de escribir, “porque uno no sabe lo que le va a pasar enteramente a sus personajes cuando los comienza a escribir”, esto también en el sentido de abordar las nuevas masculinidades, “porque estamos hablando de dos generaciones, la de nuestros padres y la de este chico nacido en los 90. ‘Hugo’ ejerce su rol, el del proveedor, es abogado donde tener una profesión es una garantía, pero la generación del hijo ya no vive y ya no le acomodan esas circunstancias”. Así que “Hugo” después de la muerte de su hijo, tendrá que deconstruirse. Sin embargo, reitera que sus personajes femeninos también le son muy importantes y el lector lo irá comprobando, sobre todo “Lorena” la esposa y “Catalina”, un personaje clave en la vida de “Hugo”.
Finalmente, Isabel comparte que ya está en la exploración de su nueva novela, donde sus voces son dos mujeres jóvenes que también se enfrentan a situaciones propias de la complejidad humana.
Libro sobre las nuevas masculinidades
“Hugo” y “Lorena Torres Maya” deben reconocer el cadáver de su hijo “Gerardo”, fallecido en un accidente de tránsito. ¿Dónde estaba y con quién la noche en que murió?, es la pregunta que atormenta a “Hugo”. “Los ojos de mi padre” es una novela que profundiza en la transformación de las masculinidades en el siglo XXI desde la mirada de un hombre de clase media de 59 años que creció con demasiados criterios y expectativas sobre lo que debería ser. Mientras “Lorena” vive el duelo sin ningún interés sobre el mundo que la rodea, “Hugo” se niega a aceptar que no sabe y nunca supo nada de su propio hijo. La urgencia de respuestas lo lleva a inmiscuirse entre sus cosas, hasta descubrir la presencia de una mujer que cambió la vida de su hijo y que cambiará también su destino.
Esta es una historia sobre el descubrimiento de un misterio, sobre un involuntario viaje al interior del alma, sobre la imposibilidad de conocernos los unos a los otros y sobre los lazos que desunen a los padres y a los hijos. “Los ojos de mi padre” lleva al lector hacia lo que nunca sabremos de la vida de los otros como una elegía y una meditación sobre lo cotidiano.
CT