Cultura

Letras en llamas

El Premio Nobel de Literatura no se libró de la controversia; mientras Olga Tokarczuk levantó halagos, incluyendo los de sus detractores; Peter Handke causó controversia y desaprobación

Los Premios Nobel de Literatura, anunciados ayer, fueron para dos autores atrapados en las deficiencias sociales y políticas de Europa: una polaca liberal que ha irritado al gobierno conservador y un austriaco acusado por muchos liberales de ser un apólogo de los crímenes de guerra en Serbia.

El inusual anuncio doble, del premio de 2018 para la polaca Olga Tokarczuk y el premio de 2019 para el austriaco PeterHandke, surge a un año de que el reconocimiento no fuese entregado por las acusaciones de abuso sexual que cimbraron la Academia Sueca, encargada de otorgar el galardón literario.

Y si los organizadores del premio esperaban salir de la controversia este año, probablemente terminen decepcionados.

La Academia Sueca llamó a Handke “uno de los escritores más influyentes en Europa” tras la Segunda Guerra Mundial, y lo elogió por explorar “la periferia y la especificidad de la experiencia humana”.

LEER TAMBIÉN: La FIL anuncia programa de actividades 2019

Pero el autor de 76 años ha enfrentado críticas por años por su vigorosa defensa de los serbios durante las guerras de los años 90 que devastaron los países balcánicos mientras Yugoslavia se desintegraba. Habló en 2006 en el funeral de Slobodan Milosevic, entonces acusado de crímenes de guerra, y lo calificó de “un hombre más bien trágico”.

Handke “que una vez llamó a la abolición del Premio Nobel” dijo que estaba “asombrado” de recibirlo. “Nunca pensé que me escogerían a mí”, dijo Handke a la prensa afuera de su casa cerca de París. “Fue muy valiente por parte de la academia sueca, este tipo de decisión”, agregó. “Esta es gente buena”.

Si la victoria de Handke causó reacciones incómodas, la selección de Tokarczuk fue bien recibida por autores liberales y lectores en su Polonia natal y más allá.

La novelista de 57 años, conocida por abordar temas humanistas y su estilo juguetón y subversivo, suele irritar a los populistas polacos y conservadores. La academia dijo que fue elegida por obras que exploran el “cruce de fronteras como una forma de vida”. A México, su trabajo llegará, en español, de la mano de Anagrama.

En Polonia es ya una importante figura cultural y desde que ganó el premio BookerInternational en 2018 por la novela “Flights”, Tokarczuk ha cobrado prominencia internacional.

Ayer, dijo a la televisora Polaca TVN que estaba “enormemente feliz y orgullosa” de que sus novelas que describen eventos en pequeños pueblos de Polonia “puedan ser leídas como universales y puedan ser importantes para la gente del mundo”.

LEER TAMBIÉN: Tras Nobel de Literatura, libro de Olga Tokarczuk llegará en español

El hombre de la polémica

Handke ha sido importante en la literatura europea por décadas, creando obras desde su primera novela, “Los avispones”, en 1966 que combinan la introspección con rasgos provocadores. En una obra de teatro de comienzos de su carrera, titulada “Ofender a la audiencia”, los actores insultan a los espectadores.

Ha escrito guiones, varios de ellos para el director alemán WimWenders, quien también llevó al cine la novela de Handke de 1970, “El miedo del arquero al tiro penal”.

Fue elogiado por la Academia Sueca por sus escritos fuertes sobre la catástrofe, como “Desgracia impeorable “, su novela de 1972 sobre el suicidio de su madre.

“en un mundo lleno de escritores brillantes, el comité Nobel elige retribuir a un propagador de odio étnico y violencia. ¡Algo ha salido terriblemente mal!”

Pero su firme apoyo a los serbios durante las guerras de los Balcanes de los años noventa lo ha puesto en desacuerdo con muchos otros intelectuales de Occidente.

En un ensayo de 1996, “Justicia para Serbia”, Handke acusó a los medios noticiosos occidentales de presentar a los serbios como agresores en las guerras que llevaron a la división de Yugoslavia. Negó que haya habido un genocidio cuando tropas serbio-bosnias masacraron a unos ocho mil hombres y niños bosnios musulmanes en el enclave de Srebrenica en 1995; además, fue un opositor de los bombardeos aéreos de la OTAN contra Serbia en respuesta a las medidas violentas de ese país en Kosovo a fines de los noventa. En una entrevista con la televisora estatal serbia a principios de este año, Handke dijo que quienes ordenaron los bombardeos “no pertenecen a Europa y al planeta Tierra”.

Las posturas de Handke llevaron al novelista Salman Rushdie en 1999 a llamarlo un contendiente al “Imbécil Internacional del Año”. El publicista de Rushdie en la editorial PenguinRandomHouse dijo ayer que el autor se apegaba a lo que escribió en 1999.

La novelista Jennifer Egan, presidenta de PEN America, comentó que el grupo literario rechazaba fuertemente la elección de Handke: “Estamos atónitos por la selección de un escritor que ha usado su voz pública para socavar la verdad histórica y ofrecer auxilio a los perpetradores de genocidio”, dijo. “En un momento de nacionalismo en aumento, liderazgo despótico y desinformación generalizada en el mundo, la comunidad literaria se merece algo mejor”.

En 2006, Handke rechazó el premio Heinrich Heine de la ciudad alemana de Düsseldorf luego que su selección desató una pelea entre los políticos de la ciudad. Su selección como ganador del Premio Internacional Ibsen para teatro en 2014 también generó protestas de grupos defensores de los Derechos Humanos. El mismo año, dijo que el Premio Nobel debía ser abolido debido a su “falsa canonización” de la literatura.

Por su parte, las autoridades y medios serbios elogiaron a Handke ayer como “un gran amigo de Serbia”, pero los kosovares reaccionaron con furia a su premio Nobel. Vlora Citaku, embajadora de Kosovo en Estados Unidos, tuiteó: “en un mundo lleno de escritores brillantes, el comité Nobel elige retribuir a un propagador de odio étnico y violencia. ¡Algo ha salido terriblemente mal!”.

El ministro albano del exterior Gent Cakaj, quien nació en Kosovo, tuiteó que el premio era un “acto innoble y vergonzoso”.

Por otro lado…

Miembros del comité del Nobel de Literatura dan a conocer a los ganadores. AFP

En contraste al nombramiento de Handke, el triunfo de Tokarczuk “el quinto premio Nobel de literatura para Polonia” fue celebrado, incluso, por sus más viejos críticos.

Tokarczuk ha sido atacada por los conservadores polacos “e incluso amenazada de muerte” por criticar aspectos del pasado de su país, incluyendo sus episodios de antisemitismo. También es una fuerte crítica del gobierno polaco de derecha.

Su novela de 2014 “Las escrituras de Jacob” abordan la conversión por la fuerza de judíos polacos al catolicismo en el siglo XVIII. Su libro “Sobre los huesos de los muertos” es un thriller policíaco con temas pro feministas y pro animales que por momentos ofrece una descripción poco halagadora de la vida en un pequeño pueblo polaco.

El ministro de Cultura de Polonia, Piotr Glinski, que dijo a principios de esta semana que no había terminado de leer ninguno de los libros de Tokarczuk, le tuiteó sus felicitaciones y dijo que ahora se sentía obligado a retomarlos y leerlos completos.

El presidente polaco Andrzej Duda expresó que era un “gran día para la literatura polaca” en Twitter.

Tokarczuk es apenas la decimoquinta mujer que gana el Nobel de literatura en más de un siglo y de los 11 Nobeles anunciados hasta esta semana, 10 de los galardonados han sido hombres.

Ambos ganadores recibirán un premio en efectivo valorado este año en 9 millones de coronas (918 mil dólares estadounidenses), una medalla de oro y un diploma.

LEER TAMBIÉN: Peter Handke, el eterno provocador

Síguenos en

Temas

Sigue navegando